La teoría del círculo de la violencia explica los motivos por los cuales muchas mujeres se mantienen en una relación en la que sufren violencia.
Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del INEI, 3 de cada 10 mujeres de 15 a 49 años en el Perú han sufrido alguna vez violencia física por parte de su esposo o compañero. Estos datos reflejan cuánta es la violencia de género en nuestro país.
Lo más preocupante es que muchas mujeres nunca denuncian las agresiones porque se encuentran inmersas en el “círculo de la violencia”, el mismo que genera dependencia emocional entre la víctima y su agresor.
Siempre existirán las preguntas: ¿Por qué no deja la mujer a su agresor? ¿Por qué lo permite? ¿Qué es lo que hace que ella no lo deje por su bien y el de su familia? ¿Por qué no lo denuncia?
Para darnos una idea de lo que pasa en el ambiente de una mujer agredida, la psicóloga estadounidense y especialista en temas de violencia, Leonor Walker, elaboró la teoría del círculo de la violencia, que explica con claridad los motivos por los cuales muchas mujeres se mantienen en una relación en la que sufren violencia.
Según Walker, el ciclo se divide en tres fases bien diferenciadas:
Fase 1: Acumulación de la tensión. Esta fase se caracteriza por ser el primer paso de agresión contra la mujer. El agresor demuestra su violencia de forma verbal, esto hace que el cambio repentino de ánimo del hombre haga entrar a la mujer en un estado de desconcierto y de esta forma ella se sienta culpable de la molestia de su pareja. Debido a esto ella hará lo que sea necesario para complacerlo creyendo que así evitará los conflictos.
Fase 2: Fase de agresión. En esta fase estalla la violencia física, sexual o sicológica. El estado de miedo y ansiedad por parte de la mujer hacen que pueda conducirla a pedir ayuda a un familiar o amiga cercana, o tomar la decisión de denunciar a su agresor.
Fase 3: Fase de reconciliación. Después de haber cometido todo tipo de violencia, el agresor suele pedir perdón a su pareja asegurando que no lo volverá a hacer y se excusará en que ha explotado por “otros problemas” siempre ajenos a él. Incluso puede culpar a la pareja de sus reacciones violentas.
A medida que cada fase se intensifique, genera más peligro para las mujeres. Estas situaciones se convierten en un círculo vicioso porque si la mujer llega a perdonar a su agresor, volverán a la Fase 1, que es la fase de tensión. Desde el primer signo de abuso o agresión, pueden romper ese círculo de violencia.
Si sufres de algún tipo de agresión por parte de tu pareja, no dudes en denunciarlo. Recuerda que siempre cuentas con la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. La llamada es gratuita y la puedes realizar desde cualquier dispositivo telefónico.
Comparte esta noticia