Una comunicación abierta, enseñar con el ejemplo y establecer reglas claras contribuyen a que una familia desarrolle su potencial.
Hay varios aspectos a tener en cuenta para que todos los miembros de una familia lleven una vida saludable y van desde los propios vínculos caracterizados por el afecto y la protección, pasando por una buena nutrición, la higiene y el cuidado personal, la salud mental y el desarrollo de actividad física adecuada, según el documento “Programa de Viviendas y Familias Saludables” elaborado por el Ministerio de Salud (Minsa). La suma de estos factores estimula el potencial de cada uno de los integrantes del hogar.
Aunque el tema es bastante amplio de explicar, aquí hemos reunido algunos aspectos claves para lograr que una familia lleve una vida saludable:
1 Fomentar la comunicación entre padres e hijos es fundamental. Esta es la base para desarrollar en los menores la autoestima, el manejo de sentimientos y emociones, la solución de problemas y conflictos, la empatía y la canalización de tensiones y el estrés, señala el referido documento del Minsa. Haz que tus hijos se sientan en libertad de participar desde temprana edad con sus opiniones y comentarios. Te sorprenderá cuánto pueden ayudarte en la toma de decisiones.
2 Todo lo que quieras enseñarle hazlo con tu ejemplo. Según la psicóloga Elke Fleischman, más allá de los discursos, los niños aprenden mejor de los actos de sus padres, viéndolos actuar. Un buen momento para enseñar con el ejemplo es cuando se tiene que pedir perdón. “Así le enseñamos a un niño que todos podemos equivocarnos y al aceptarlo nos convertimos en seres valerosos y honestos que podemos mejorar día a día”, refiere la especialista.
3 Pedir perdón no es solo decirlo y ya. Supone que nos hemos liberado de la rabia, cólera y resentimiento que nos causó la actitud de alguien y, tras un trabajo de reflexión, decidimos perdonar, sin deseos de venganza. Estas acciones denotan valores como la bondad, empatía, humildad y reflexión que brindan a toda la familia salud mental, paz interior y felicidad.
4 Planifica pasar el tiempo libre con ellos lo más que se pueda en paseos, practicando deportes juntos o compartiendo un pasatiempo. Y si se trata de un niño pequeño procura que el juego sea parte importante de su rutina, porque es vital para que se desarrolle un proceso de aprendizaje transformador en él. Según la coach y psicóloga Verónica Paz Ballester, con el juego aprenderá a conocerse, a confiar en sí mismo, comunicarse, relacionarse con los demás, generar estrategias, analizar y tomar decisiones. Además permite desarrollar la imaginación y creatividad, así como construir y replantear métodos y formas.
5 Establece reglas claras y justas. Desde el horario en que deben irse a dormir, jugar, hacer las tareas y ver la televisión o pasar tiempo en la computadora. Cuando se ponen límites y se establece una autoridad, se le enseña a los niños pautas que le servirán para desenvolverse a lo largo de sus vidas como personas competentes y empáticas.
6 Practicar actividad física junto a tus hijos es una buena manera de conectar con ellos. No solo tendrás un niño sano y activo sino más seguro de sí mismo y con la disciplina que solo el deporte es capaz de crear. Lo mejor es empezar a temprana edad y teniendo en cuenta lo que su condición física le permite hacer en cada etapa de su vida, aconseja Mayra Castro, personal trainer del Club Médico Deportivo Bodytech.
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