La carne de cerdo es tan versátil que puede convertirse en protagonista de tus platos favoritos. Además, gracias a su baja cantidad de grasas y su gran aporte de proteínas es un alimento indispensable para una dieta saludable.
Ya sea como el plato de chicharrones que acompaña nuestros desayunos, el chancho al cilindro que logra reunir a toda la familia un fin de semana o como el esperado lechón al horno que protagoniza nuestras cenas navideñas, nadie puede negar que la carne de cerdo es uno de los alimentos más deliciosos que podemos consumir. Lo cierto es que no es necesario esperar por esos momentos festivos para tener un pretexto para comer carne de cerdo y, de hecho, incorporarlo a nuestro menú diario nos puede brindar grandes beneficios.
De acuerdo con la nutricionista Milagros Agurto, consumir carnes es necesario para adquirir proteínas de alto valor biológico y a la vez, obtener aquellos componentes proteicos que el cuerpo no puede producir por sí mismo y que son conocidos como “aminoácidos esenciales”. De esta manera, al sumar este producto de origen animal a nuestra dieta estaremos obteniendo también un gran aporte de zinc, hierro y minerales que son indispensables para nuestra salud.
Por otro lado, pese a que todas las carnes tienen un buen aporte nutricional, las carnes magras se presentan como la mejor opción debido a su bajo contenido de grasa y su menor contenido calórico. Este es el caso de la carne de cerdo, ya que gracias a su composición visible de grasa subcutánea nos resulta muy fácil retirarla y quedarnos solamente con las fibras musculares.
¿Cuáles son los beneficios de la carne de cerdo?
Según ‘Pork Checkoff’ –programa estadounidense para la investigación y promoción de la carne de cerdo–, este alimento tiene múltiples cualidades beneficiosas que lo hacen fácil de incorporar a un menú balanceado. Por ejemplo, por ser suavecita y fácil de cocinar, la carne de cerdo proporciona una fácil masticación y un proceso de digestión apto para todos, incluyendo bebés desde los 6 meses, niños, adolescentes, embarazadas y adultos mayores.
Asimismo, la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), señala que entre los aportes nutricionales de la carne de cerdo podemos encontrar el fósforo que afecta positivamente al mantenimiento de los huesos, el zinc para contribuir a proteger las células del daño oxidativo, el hierro para ayudar al desarrollo cognitivo de los niños, hasta las vitaminas como la B1 para mejorar al funcionamiento normal del corazón y la B12 para, hoy más que nunca, ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
“Lo ideal es siempre tener un equilibrio en el estilo de vida y al igual que para otros productos, lo importante al consumir carne de cerdo es la forma en que la preparamos”, agrega Milagros Agurto y resalta que, debido a su calidad, puede ser consumida por todos. Y aunque existe el mito de ver a la carne de cerdo como dañina, la realidad es otra: su baja cantidad de sodio, sus aportes de potasio y su poca grasa hace que personas con hipertensión, diabetes y también quienes tengan un tratamiento para disminuir el peso puedan comerla.
¿Cómo podemos incluir la carne de cerdo en nuestro menú diario?
La carne de cerdo no solo tiene grandes beneficios nutricionales, sino que cuenta con cualidades que la hacen perfecta para convertirse en la protagonista de nuestras comidas diarias. “La carne de cerdo es una carne noble porque se puede aprovechar absolutamente todo, desde la cabeza hasta la cola, y no es difícil de preparar. Al mismo tiempo, un cerdo bien alimentado y bien criado es una carne suculenta”, asegura el chef Giacomo Bocchio.
Para Bocchio, esta suavidad y jugosidad son características que convierten a la carne de cerdo en un insumo muy versátil. Dependiendo del corte del cerdo se puede preparar como carne asada si se consigue un buen lomo o el bife de cerdo, la pierna del cerdo para hacer guisos, la patita para dar texturas a las salsas y hasta la cabeza para elaborar un delicioso chicharrón de prensa que acompañe tus desayunos.
Además, la carne de cerdo puede formar parte de platos que se encuentran en el corazón de todos los peruanos. Por ejemplo, un clásico lomo saltado puede convertirse en un riquísimo chancho saltado hecho con panceta de cerdo y la bondiola puede ser el insumo perfecto para disfrutar de unos anticuchos.
Recuerda que el viaje culinario empieza al momento de comprar la carne y que es importante conocer cuáles son las características para identificar que nuestra carne de cerdo está fresca. En este sentido, el chef aconseja buscar siempre una carne de cerdo de color rosado, con buen olor y que al tocarla no se encuentre pegajosa ni húmeda. Asimismo, en nuestro país, la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI) lleva más de 34 años liderando al sector porcicultor nacional y velando por el cumplimiento de los más altos estándares de calidad e inocuidad de la carne cerdo, aportando así el 80% de la oferta que se consume en Perú.
Porque comer cerdo es comer sano y, además, delicioso, aquí te damos tres opciones de recetas rápidas y sencillas para incorporar este alimento en tu menú diario.
1. Para una comida rápida, podemos pensar en una riquísima hamburguesa de cerdo. Nuestro plato tendrá como protagonista una hamburguesa de cerdo, papas y, además, una saludable ensalada hecha con coles y zanahoria. Prepáralo así:
2. La carne de cerdo puede incorporarse al peruanísimo saltadito de cerdo, para convertirse en un boom nutritivo, acompañado de un delicioso puré de alverjitas. Prepáralo así:
3. En el invierno, siempre viene bien una sopa criolla con cerdo. Para acompañar el plato, se puede incorporar algunas rebanadas de pan tostado o una porción de arroz como guarnición. Prepáralo así:
Comparte esta noticia