La asociación La Huella en el Bosque ha desarrollado una cocina mejorada que sustituye la leña por ramas, hojas secas y otros materiales que abundan en la provincia de Requena, Loreto. Esta invención combatirá contra la deforestación y ayudará a la conservación de los bosques.
Javier Rodríguez, arquitecto y fundador de la asociación La Huella en el Bosque, detectó un gran problema: los pobladores de la provincia de Requena, en Loreto, van a lo profundo del bosque, cortan un árbol y se lo llevan a casa para convertirlo en pedazos de madera. Para luchar contra la deforestación, Javier desarrolló una cocina mejorada que no usa leña, cuya innovación denominó ‘La Huella’.
Luego de varios años de estudio, Javier descubrió que entre los años 2010 y 2016, las comunidades de Florida, San Juan y Nuevo Acuracay, perdieron 54 hectáreas de bosque. De esa cifra, nueve hectáreas se debieron al consumo de leña para cocinar. El estudio además arrojó, que una familia puede consumir entre 10 a 15 árboles en solo un año. Impactado por los resultados obtenidos, decidió plantear una solución.
‘La Huella’ es rápida y eficiente al cocinar. Sustituye la leña por ramas, hojas secas y otros materiales que abundan ahí y, por esa razón, ayuda a la conservación de los bosques.
Su creación responde a las necesidades de los pobladores, quienes le dijeron que querían una cocina donde pudieran hacer arroz, freír pescado y hacer café al mismo tiempo. Además, que también pudiera calentar el pan y ahumar algunos alimentos.
Una cocina revolucionaria de fácil acceso
La base de la cocina está hecha de ladrillos huecos de concreto. Allí, junto a unas estructuras de metal, están las hornillas.
El principio es el de una cocina cohete, donde el humo producido se calienta tanto que se vuelve fuego y la combustión es total. Eso hace que se consuma menos combustible y se cocine más rápido. La parte donde se ponen las ollas es de metal galvanizado y se recubre con barro.
‘La Huella’ reduce el tiempo de cocina a la tercera parte y ya no se talan los árboles del bosque para tener leña, comenta el arquitecto. Su principal objetivo es el de llevar su cocina a las 60 familias de las comunidades de Florida, San Juan y Nuevo Acuracay, en Requena (Loreto), en una primera fase.
Cada cocina tiene un costo de 400 dólares, por lo que esta primera etapa costaría 24 mil dólares. Por ello, Javier, y su equipo, buscan la ayuda y el apoyo de empresas, instituciones y personas que quieran sumarse al proyecto.
La cocina ‘La Huella’ es una posibilidad de cambio, no solo ayuda a la conservación de los bosques, sino que también, mejora la vida de las personas.
Si quieres ser parte de esta gran lucha, ayudar a más de 60 familias que habitan en la región y conservar 1.5 hectáreas de bosque al año, ingresa aquí.
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