Según un estudio del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), las fake news tienen un 70% más de probabilidad de ser compartidas que las noticias veraces.
De acuerdo al Dr. Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de Salud (OMS) es necesario que la ciudadanía esté adecuadamente informada para evitar el pánico y la confusión, además de mantener unida a la población para que cumpla con las medidas de contención. Sin embargo, desde el inicio de la expansión de la COVID-19, los mitos y noticias falsas sobre esta enfermedad se han multiplicado.
Estas noticias falsas –conocidas como “fake news”– contribuyen al incremento de la incertidumbre frente al poco conocimiento del nuevo coronavirus. Por esta razón, ante la peligrosidad de esta epidemia de datos falsos y errados sobre la enfermedad, las autoridades sanitarias vienen desmintiendo el contenido que circula a través de internet sobre supuestas formas de prevención, detección y contagio de la COVID-19.
Por otro lado, además de su impacto social y psicológico, difundir informaciones sin conocimiento científico también pueden poner en riesgo la salud de los demás. Y aunque el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUS) ha comunicado que los autores de estas noticias estarían sujetos a una denuncia penal y una pena de entre tres y seis años de cárcel, la expansión de este tipo de noticias suele ser rápida, anónima y por lo general, a través de redes sociales.
A continuación, te contamos las razones por la que es necesario detener estas cadenas de fake news:
Desinforman
Las noticias falsas contaminan el ejercicio informativo y libre de los ciudadanos y pueden llegar a formar ideas erróneas basadas en mentiras que como consecuencia generan olas de alarma, pánico y perturban la tranquilidad pública.
Asimismo, el contenido falso vinculado al sector sanitario puede impactar de forma muy directa en la salud, la seguridad y bienestar de los ciudadanos. Por ello, es importante recurrir a las fuentes oficiales dispuestas por el gobierno y las entidades sanitarias para corroborar la información que tenemos a nuestro alcance.
Incrementa trastornos emocionales
La cuarentena obligatoria ya tiene un impacto en la salud mental de la población, acentuando trastornos como la ansiedad y cambios en el estado de ánimo. Además, debido a la coyuntura, miles de familias se encuentran en confinamiento en sus casas, expuestos a una búsqueda constante de información ocasionada por la incertidumbre que les genera el peligro de contagio.
Las noticias falsas suelen presentar contenido negativo, con titulares agresivos e imágenes sensacionalistas que pueden alterar la calma y generar confusión, angustia y estrés crónico. Si bien es cierto, no podemos ser indiferentes ante esta emergencia nacional, es importante mantenernos informados sin llegar a la saturación y brindándonos la oportunidad de poder pensar en otros temas además de la pandemia.
Promueven prácticas peligrosas
Desde el inocente consejo de ingerir alimentos ricos en vitamina C, ajos y cebollas, hasta el mortal consumo de cloro, las redes han propagado falsos remedios para combatir la COVID-19. Estas recomendaciones de salud sin base científica pueden atentar gravemente a la salud de la población.
El miedo, la desconfianza y el apuro por protegernos de este virus colocan a los ciudadanos en una situación de riesgo frente a las noticias falsas, ya que la automedicación y el consumo inadecuado de productos tóxicos pueden ocasionar el agravamiento de la enfermedad o provocar la muerte de una persona.
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