El Fenómeno El Niño puede ocasionar precipitaciones intensas en algunas zonas y sequías en otras. Seguir algunas medidas de prevención es clave para reducir su impacto a nuestro hogar.
¿Sabías que por lo menos hasta inicios de otoño de 2024 se espera que los efectos del Fenómeno El Niño se sientan con intensidad fuerte y moderada tanto en el norte como en el sur de nuestro país, según el último Comunicado Oficial del Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), publicado el 24 de noviembre? Sin embargo, no será la primera vez que el Perú sufre las consecuencias de este fenómeno natural.
En los últimos cinco siglos han habido por lo menos 120 episodios El Niño, de acuerdo con las investigaciones históricas realizadas por el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) y el Instituto de Defensa Civil (Indeci).
El evento de este tipo más reciente que hemos enfrentado fue el Niño Costero del 2017, que dejó 162 personas fallecidas, 500 heridas y 19 desaparecidas en todo el Perú, según las cifras oficiales.
El Fenómeno El Niño y su impacto en el Perú
Durante el Fenómeno El Niño se prevén cambios significativos en las condiciones climáticas que afectan diversas regiones del país. Uno de los principales impactos es el aumento de las temperaturas superficiales del mar en el océano Pacífico ecuatorial, lo que provoca lluvias intensas y sequías.
En la costa norte del Perú, El Niño suele traer consigo precipitaciones intensas que, en consecuencia, provocan deslizamientos de tierra e inundaciones, afectando tanto a zonas urbanas como rurales.
Por otro lado, habrían lluvias por debajo de lo normal en la región andina, particularmente en la sierra sur oriental. Este fenómeno puede ocasionar sequías, impactando en la disponibilidad de agua y la agricultura.
Protege tu hogar durante la temporada del Fenómeno El Niño
Si bien el Fenómeno El Niño ya empezó, se proyecta que la temporada de lluvias intensas y sus efectos más severos podrían hacerse sentir entre los meses de diciembre y abril en el norte del país. Por ello es importante tomar una actitud preventiva, sobre todo si nos encontramos en una comunidad de alta vulnerabilidad.
1. Presta atención a las alertas del clima
Mantente informado sobre los informes meteorológicos locales y nacionales a través de fuentes oficiales con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). Recuerda que las alertas tempranas pueden ofrecer valioso tiempo para prepararse antes de que lleguen condiciones climáticas adversas.
Además, conforme a las recomendaciones de INDECI, lo principal es que te informes si previamente han ocurrido huaicos o aluviones en la zona donde vives y qué rutas afectó.
2. Refuerza la estructura de tu casa
Evalúa la resistencia de tu hogar ante condiciones climáticas extremas, como lluvias frecuentes. Si el techo es de material noble, mantenlo libre de objetos. Por otra parte, si es de melanina, cúbrelo con algún material impermeable.
Asimismo, es clave que durante estos meses, verifiques las condiciones eléctricas de tu hogar. Recuerda que un cable expuesto a filtraciones de agua podría causar un accidente.
3. Limpia las canaletas y drenajes
Asegúrate de que los sistemas de drenaje alrededor de tu hogar estén limpios y en buen estado de funcionamiento. La acumulación de agua puede ser perjudicial, especialmente durante periodos de lluvias intensas.
4. Prepara tu plan de emergencias
Organízate con tu familia y comunidad para determinar rutas de evacuación y puntos de reunión en caso de emergencias. Además, crea un kit de emergencias que incluya artículos de primera necesidad como alimentos no perecederos, agua potable, linterna, baterías, medicamentos y documento de identidad.
5. Almacena agua y alimentos
Por otro lado, si te encuentras en una de las zonas que serán afectadas por sequías, durante esta época, trata de sembrar productos que requieran poca agua. Adicionalmente, utiliza buenos sistemas de regadío, que permitan la mejor utilización de las aguas.
Junto con tu comunidad, organízate para construir represas y conservar agua. También pueden abastecerse de alimentos no perecibles y guardarlos en almacenes comunitarios para los momentos de emergencia alimentaria.
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