La selección femenina volvió al podio sudamericano tras diez años con un equipo joven que ya empieza a dejar huella.
La selección peruana de vóley femenino se consagró como subcampeona de la Copa América de Vóley 2025, celebrada en Brasil, y volvió a estar entre los mejores equipos de Sudamérica con una actuación que confirma el talento de una nueva generación.
Un logro indiscutible que demuestra que Perú está listo para competir de igual a igual con las potencias de la región, gracias a un equipo joven, renovado y decidido a escribir una nueva historia.
En esta primera edición del torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Voleibol (CSV), la bicolor obtuvo tres triunfos consecutivos —incluyendo una victoria memorable frente a Brasil— y cayó únicamente en su debut ante Argentina, que más tarde se coronó campeón.
Con ese resultado, Perú aseguró automáticamente la medalla de plata, volviendo al podio sudamericano tras diez años.

Una campaña que ilusiona
El equipo dirigido por Antonio Rizola tuvo una participación destacada en todos los partidos. A pesar de iniciar el torneo con una derrota 0-3 frente a Argentina, las jugadoras no se rindieron y mostraron una evolución notable en cada encuentro.
Perú venció 3-1 a Brasil en uno de los partidos más celebrados de los últimos años, y luego superó a 3-0 a Chile y 3-0 a Venezuela, consolidando así una campaña que ha devuelto la ilusión a la afición nacional.
Entre las figuras del torneo destacaron Ángela Leyva, elegida como una de las mejores atacantes del certamen, Kiara Montes, quien asumió la capitanía del equipo, y otras jóvenes promesas como Diana de la Peña, Aixa Vigil y Rachell Hidalgo.

Rumbo al futuro
Este logro llegó en un momento clave. La Federación Peruana de Vóley (FPV) viene impulsando nuevos programas de detección y formación de talentos, como el plan “Creciendo con el voleibol peruano”, que busca captar a niñas y adolescentes en todo el país. Solo este año, se ha mapeado a más de cuatro millones de deportistas para darles mayores oportunidades de formación competitiva.
Con estos esfuerzos, y el crecimiento sostenido de las categorías menores, el objetivo es claro: formar una nueva generación de matadoras que puedan representar al Perú en torneos internacionales y devolverle al vóley peruano el lugar que merece.