Desde el blog El Crítico, se analiza la cinta protagonizada por Joaquin Phoenix que ha recibido diversos premios en el extranjero. "La metamorfosis de Phoenix es triste y salvaje", sostuvo.
El equipo del "Joker" puede sonreír. El público y la crítica han respondido positivamente a la película, protagonizada por Joaquin Phoenix. Consiguió el León de Oro en la Mostra de Venecia y fue aclamada en el Festival de Cine de Toronto. Asimismo, en su estreno en Perú convocó a más de 120.000 espectadores.
Precedida por una intensa controversia ─familias golpeadas por un tiroteo en un cine (Estados Unidos) temían que el personaje inspirara actos violentos─ "Joker" sobrevivió y ha sido bien recibida en los cines de Norteamérica. El filme, una nueva historia de origen del villano de Ciudad Gótica, no ha dejado indiferente a nadie.
¿Piensas ir al cine a ver al enemigo de Batman? Esta es la opinión de nuestro crítico sobre la película de la que todo el mundo está hablando.
POR: JULIO ESCALANTE
“Joker” (Guasón) es el inicio de una locura sin retorno. No es tanto una película sobre el archienemigo de los cómics y películas de Batman, sino sobre Arthur Fleck (un enorme Joaquin Phoenix), un hombre con una enfermedad mental controlada por medicamentos, que se gana la vida como payaso y que atiende a su anciana madre en un viejo y deslucido departamento. Quiere ser un comediante de stand up y hacer reír a la gente, pero no tiene gracia. Vive en una aparente normalidad social en la que la llama está a punto de encenderse. Esta es la historia de un monstruo a punto de nacer.
El director y guionista del "Joker", Todd Phillips, construye su película a partir de una historia conocida -un hombre bueno se envilece- pero lo que consigue es un artefacto explosivo maquillado como película comercial.
Arthur padece de una risa involuntaria, un manifiesto de su enfermedad, una risa que incomoda a quienes están a su alrededor, personas que no se detienen a pensar en lo incómoda que en verdad es esa risa para él. No encaja en ningún lugar y nadie se pone en sus zapatos [...] Esa risa irrefrenable, que es a la vez un llanto o una tos de paciente crónico, es la esencia malvada, oscura y sin filtros que trata de salir. El punto final de la transformación. Para mostrar su quiebre emocional, Joaquin Phoenix parte desde el quiebre físico de su personaje y mientras avanza el relato se van rompiendo las capas que lo humanizaban. La metamorfosis de Phoenix es triste y salvaje.
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