La película estrenada en 2019, que tiene una secuela, fue bien recibida por los fanáticos de la serie.
"Downton Abbey" marcó como una serie de seis temporadas y 50 episodios con su trama y actuaciones. Se convirtió en una serie de culto y después de que terminó en 2015, los fanáticos querían una continuación de la historia. Esa fue la principal razón por la que se realizó un largometraje para la serie en 2019 bajo la dirección de Michael Engler.
El único cambio notable es que fue filmado en Scope, lo que le da una perspectiva más cinematográfica e inmersiva. Por otro lado, el estilo visual, los movimientos de cámara y la dirección de actores son exactamente iguales a la serie original.
Si bien los escritores tuvieron la libertad de seguir explotando el universo de “Downton Abbey”, el tiempo limitado hizo que la trama fuera más concisa. Sin embargo, no faltó la dosis de drama, los líos amorosos y la problemática socio-política de esos tiempos, algo muy propio de la serie.
Lo más interesante de la película es la manera en la que abarca el tema de la lucha de poder dentro de la misma clase social y la batalla entre los sirvientes de la mansión y el cortejo real.
Un regalo para los fanáticos
La interpretación del reparto original como Hugh Bonneville, Elizabeth McGovern, Michelle Dockery, Laura Carmichael, entre otros, es sin duda sobresaliente. No obstante, lo más destacable es la actuación de Imelda Stauton y Maggie Smith. Cada vez que aparecen juntas en la pantalla, es una mezcla de explosividad y brillantez.
Si bien las personas ajenas del fenómeno mundial pueden disfrutarla como una película de época más. La producción es un auténtico regalo para los fanáticos de “Downton Abbey”, pues tiene guiños al material original y las relaciones siguen de la misma manera tras el final de la serie.
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