Javier Corcuera: "Heraud es un símbolo que no van a poder desaparecer"

Javier Corcuera creció con la presencia constante de Javier Heraud. Su padre, el poeta Arturo Corcuera, fue amigo de juventud del autor de Los Ríos y ayudó a mantener vivo el recuerdo del joven literato que fue asesinado hace más de medio siglo a orillas del río Madre de Dios. Fueron tal vez esos recuerdos, alimentados en su adolescente mente, que lo llevaron a crear a los 18 años el boceto de lo que sería El viaje de Javier Heraud, su más reciente película, que inauguró el Festival de Cine de Lima.

RPP Noticias conversó con el director radicado en España sobre la figura del "poeta eterno", como lo suele llamar, y cómo su obra es actual, pese a que fue escrita hace más de 50 años. "Eso lo hace eternamente joven, rebelde. Es un símbolo que no van a poder desaparecer", afirma el cineasta que estrena su más reciente cinta el próximo 22 de agosto a nivel nacional.

Para Corcuera, Heraud siempre era como un tío que estaba en un viaje inacabable. Su padre lo bautizó como él, en honor a su amistad, y lo mantenía vivo a través de las historias que contaba junto a otros amigos del poeta. "Recordaban muchas cosas y yo los escuchaba, estuvo ahí siempre. Como yo sabía que me llamaba Javier por él, estaba más atento. Ya con los años, comencé a leer su poesía, a conocer más sobre su obra", comenta.

CELEBRACIÓN AUDIOVISUAL

El viaje de Javier Heraud es su homenaje a modo de película. Una idea que vino a su mente hace más de 30 años (cuando egresó de la escuela de cine de Robles Godoy) y que ha evolucionado con el tiempo. "No es el mismo guion, pero sí son las mismas ganas. Algunas partes sobreviven, como la estructura del viaje por el río. Pero es una película distinta", cuenta. 

El proceso de construcción de este documental le ayudó a redescubrir al poeta. "Fue una experiencia especial y apasionante, maravillosa. Estaba yo de pronto accediendo a cosas que ni sabía que existian. Todo eso fue muy especial. Esta película no se habría podido realizar sin el trabajo de memoria que ha hecho durante años Cecilia (Heraud)", explica. 

El cineasta resalta la visión premonitoria de Javier al escribir su obra, al igual de grandes poetas como César Vallejo o Federico García Lorca: "Hay un poema que me sorprende mucho, se titula Las moscas, que tiene unos versos en el que pide que no se posen sobre su cadáver y sus entrañas. Es de una exactitud muy grande", menciona. 

Para Corcuera, esta cinta también le permite recordar a su padre, fallecido en 2017 y es una herencia para los "jóvenes que tienen en sus manos el futuro de este país". "Me siento satisfecho porque creo que es un documento que va a perdurar, no es una película que tenga fecha de caducidad porque es un trocito de memoria", comenta. Una memoria que él planea prolongar con este documental.

"El cineasta chileno Patricio Guzmán tiene una frase que dice que la cultura democrática de un país es directamente proporcional a la cantidad de documentales que produce. Creo que aunque en teoría no tenga esa rentabilidad que tiene un cine más entregado a la industria y que quiere llenar salas, tiene otra rentabilidad que es de otro tipo", menciona poniendo como ejemplo obras cinematográficas como Wiñaypacha o Retablo.