Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Entrevistas ADN
Desde el sábado puerto de Chancay comenzará a operar carga, anunció gerente general adjunto del concesionario
EP 1748 • 08:36
El Club de la Green Card
¿Quiénes pueden recibir la pensión de un familiar fallecido en EE.UU.?
EP 124 • 01:30
RPP Data
¿Qué hacer para que Lima Metropolitana no siga creciendo de forma desordenada?
EP 237 • 02:58

Esperando a la Comisión de Venecia

El Congreso busca dilatar el debate sobre el adelanto de elecciones a través de una consulta a la Comisión de Venecia. No podemos perder de vista, sin embargo, que está en juego la lucha contra la corrupción y la estabilidad política del país.

El Congreso de la República se ha planteado, inequívocamente, una estrategia de dilación del proceso de toma de decisión sobre la propuesta presidencial de reforma constitucional, para el adelanto de las elecciones generales al 2020. En ese propósito se hizo una consulta a la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho, más conocida como la Comisión de Venecia.

Esta es una instancia consultiva del Consejo de Europa, creada en 1990 para evaluar los estándares constitucionales de los países del este del viejo continente, en transición a la democracia tras la caída del muro de Berlín. Está integrada por 62 países miembros, cuatro estados observadores y uno asociado, además de tres partícipes con estatus especial: la Unión Europea, Sudáfrica y Palestina.

| Fuente: RPP / Ilustración

Si bien la Comisión está compuesta por la casi totalidad de estados europeos, también hay varios latinoamericanos: Brasil, Chile, Costa Rica, México y Perú. Nuestro país se sumó en 2009. Tres magistrados del Tribunal Constitucional peruano son parte de la Comisión. Los países suelen estar allí representados por jueces ordinarios y constitucionales del más alto rango y por profesores de derecho constitucional e internacional. No cabe duda de que la entidad es un referente del mayor relieve, cuando se trata de evaluar la idoneidad de las instituciones propias del Estado de derecho.

La Comisión, por lo general, no emite opiniones sobre la constitucionalidad de los actos materia de consulta, sino sobre los estándares usualmente aceptados en el marco del derecho constitucional comparado. Sus pareceres, como se sabe, no obligan a los Estados. Los temas que aborda de modo preferente están referidos a instituciones democráticas y derechos fundamentales, justicia ordinaria y constitucional, elecciones, referéndums y partidos políticos.

Los consejeros del Presidente del Congreso pueden haber advertido una cierta orientación a favor de los parlamentos en los informes de la Comisión, que los ha llevado a buscar ese escenario en el intento de dirimir sus desavenencias con el presidente Vizcarra. Sin embargo, esa percepción puede estar errada. Algunos casos recientes, analizados por ese órgano consultivo, se han referido a los arrebatos dictatoriales del régimen de Maduro contra la Asamblea Nacional en Venezuela o a países exóticos como Moldavia, donde su régimen parlamentario exige neutralidad presidencial, por encima de las tensiones entre el gobierno y el legislativo.

La Comisión de Venecia no ignora, sin embargo, la naturaleza de un régimen como el peruano, ni sus similitudes con sistemas semipresidenciales como los de Francia, Portugal, Finlandia, Austria, Polonia, Rumanía e Irlanda, en los cuales existen mecanismos que posibilitan la disolución parlamentaria y el adelanto de elecciones, como herramientas que retornan al pueblo la posibilidad de definir en las tensiones entre poderes públicos.  

Mientras la mayoría parlamentaria aguarda la visita de la Comisión de Venecia e impone un ritmo tortuoso a la decisión sobre el adelanto de elecciones, ella misma corre como la liebre para procurar la recomposición del Tribunal  Constitucional, último reducto en el que algunos esperan un espacio favorable para ventilar los procesos que comprometen a políticos, jueces y empresarios de la construcción. Más allá de los vericuetos y la retórica constitucional, el país no puede perder de vista que lo que está en juego es la lucha contra la corrupción y la defensa de las instituciones, que no pueden ser instrumentalizadas por intereses subalternos.    

NOTA: “Ni el Grupo RPP, ni sus directores, accionistas, representantes legales, gerentes y/o empleados serán responsables bajo ninguna circunstancia por las declaraciones, comentarios u opiniones vertidas en la presente columna, siendo el único responsable el autor de la misma.

Vicerrector académico de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Ex ministro de Justicia y Derechos Humanos. Es abogado y magíster en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales por ILADES (Santiago de Chile) y la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma). Con estudios de Doctorado en Derecho en la Universidad de Deusto (Bilbao) y doctor en la Universidad Complutense de Madrid.

Tags

Otros columnistas

Ver más

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Últimas noticias

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA