¿Cuáles son las causas del elevado número de muertes por la pandemia en el Perú? (II)

Al momento de escribir estas líneas, y en medio de una enorme crisis política, el gabinete de Guido Bellido se presenta ante el Congreso de la República para exponer las líneas generales de gobierno y solicitar la cuestión de confianza. Considero que es un momento propicio para mencionar los errores garrafales de carácter coyuntural cometidos de cara a la pandemia. Como se recordará, en una columna previa señalé las causas estructurales identificadas por un Grupo de Expertos que explican las razones por las cuales el Perú tiene el peor desempeño a nivel mundial frente al coronavirus. Esta vez nos ocuparemos de las causas coyunturales, muy vinculadas con la conducción de la cosa pública.

De acuerdo con el documento de Concytec elaborado por un equipo de alto nivel, encabezados por el ingeniero Fernando Villarán, la primera causa coyuntural fue la respuesta del gobierno. Sobre este punto se hace especial énfasis en que en medio de la pandemia se cambió al Presidente de la República. De igual forma, hubo un constante cambalache de mandos clave, ministros de salud, viceministros y directores, que fueron sustituidos uno tras otro. Esa alta rotación de funcionarios, un mal endémico en la administración pública peruana, dejaba compromisos pendientes, coordinaciones a medias e iniciativas inconclusas. Por otra parte, la pandemia ha exhibido de manera dramática la compartimentalización extrema de las entidades del Estado, donde la articulación y coordinación intra e intersectorial fue sumamente endeble.

Una segunda causa fue el sector académico y de la práctica médica. El MINSA formó varios comités de expertos, como el Comando COVID o el Grupo Prospectiva, sin embargo, al traducir las decisiones en acciones, hubo enormes problemas de implementación, dado que estos grupos no tenían responsabilidad administrativa alguna y hubo poca claridad en materia de conflicto de interés y transparencia. Otro fracaso fue el de los ensayos clínicos de las vacunas. El escándalo del vacunagate afectó la imagen de “excelencia” de los pocos centros de investigación con nivel que hay en el Perú y puso al descubierto malas praxis en el ámbito académico nacional.

Un tercer elemento fueron los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, no existió un manejo adecuado por parte de los medios sobre temas tan complejos como virología o epidemiología molecular. Por otra parte, un sector de la prensa abiertamente desinformaba, poniendo en riesgo miles de vidas. Situaciones como las cuasi frustradas compras de vacunas no deben quedar en la impunidad.

Un cuarto factor fue el sistema privado de salud, un ejemplo dramático fueron las gigantescas deudas económicas que muchas personas asumieron en su desesperación por salvar a un ser querido. El tema de las pruebas moleculares fue otro despropósito, cobrando por el servicio cuando el Estado lo brindaba gratis. De acuerdo con el Grupo de Expertos, el estatus social y la capacidad de pago fueron los factores determinantes para acceder a los servicios de salud en el sector privado, situación que debe cambiar radicalmente.

Un quinto elemento fue la dimensión emocional, según el documento la posibilidad de morir y constatar que nuestros familiares y amigos efectivamente fallecen ha generado un nivel de angustia muy alto en el país. Ante la ausencia de factores de contención, el país se convirtió en un caos, sin atisbos de solidaridad o sentido de unión para enfrentar la pandemia. El sálvese quien pueda fue la norma, lo que nos colocó en una situación de aún mayor vulnerabilidad.

Finalmente está el componente moral, en relación con este punto Villarán y los expertos señalan que es válido preguntarse si, en estas circunstancias, el país ha sido adecuadamente liderado por élites que buscaban el bien común, o por el contrario sacar provecho de ventajas individuales o de grupo.

A manera de conclusión, los factores tanto estructurales como coyunturales identificados por este grupo de expertos deben traducirse en lineamientos de política para impulsar cambios totales y profundos que el Perú requiere con suma urgencia.