El camino es difícil, el año no es lo que esperábamos. Suceso tras suceso se añade a la pila de situaciones complicadas que hemos tenido que atravesar en lo que va del año: la pandemia, el colapso económico, la crisis política, la crisis social, los hechos de racismo. Todo ello se está añadiendo a la carga emocional que estamos enfrentando y se verá reflejado en nuestra salud emocional, llevando a varias personas a sufrir episodios de ansiedad e incluso trastornos más graves en otros casos.
En medio de estos episodios, teletrabajo nos aísla y previene que podamos expresarnos como haríamos de estar presentes en la oficina. Los jefes y líderes de los departamentos y empresas llevan haciendo malabares para mantener a flote las organizaciones mientras lideran al equipo, lo cual hace complicado seguir de cerca el duelo de cada uno de los trabajadores que sostienen en hombros el país, evitando sea consumido por un año lleno de incertidumbre.
Sin embargo, quizás no se trata de un cómo nos recuperaremos de estas situaciones, sino de cómo cambiaremos gracias a ellas. La naturaleza humana está llena de resiliencia, aprendizaje y evolución. No es una situación para reponernos, sino para adaptarnos y mejorar aprendiendo de nuestros errores. Este año ha expuesto nuestras deficiencias y así se vuelve en una oportunidad para que podamos corregirlas. La dramática experiencia que vivimos está sacudiendo los cimientos de nuestra percepción de que el mundo es un lugar seguro en donde estamos a salvo, pero en todo evento negativo, hay un lado positivo.
Los líderes y jefes en las empresas deben tomar esta como una oportunidad para formar una comunidad que comparta y viva la cultura de una empresa que se preocupa por el bienestar físico y emocional de sus trabajadores. La conexión social nunca ha sido tan relevante como lo es hoy en día y los líderes pueden ayudar a construir ese puente que ofrezca al trabajador un soporte más allá de lo establecido por el trabajo. Lo que antes se veía como una cortesía se ha vuelto en una norma hoy en día y la empatía caracterizará a la persona que, más allá de ser buen líder, busque ser más humano.
Comparte esta noticia