En tiempos de coronavirus y confinamiento social se hacen más visibles las personas sin techo en nuestra poblada ciudad de Lima. Desde el 23 de marzo se implementó en la Plaza de Acho, que es propiedad de la Beneficencia de Lima, un albergue provisional conocido como “La casa de todos”.
Fue una iniciativa de la Beneficencia de Lima y del municipio de la capital que viene albergando a 122 personas sin techo, bajo tres criterios: los albergados deben tener una condición de calle, que sean personas de la tercera edad y que padezcan algún tipo de discapacidad.
“La casa de todos” cuenta con 30 personas contratadas, lo que genera un costo alto a la Beneficencia, quien cuenta con todo el apoyo logístico y gerencial de la Municipalidad de Lima. Guillermo Ackermann, presidente de la Beneficencia, hace un llamado a la ciudadanía a colaborar con este y otros proyectos de la institución.
Para evitar la salida y entrada de voluntarios a causa del coronavirus, “hemos contratado un personal estable y esto representa un costo muy alto”, explica Ackermann. “Nuestra intención es que nadie que está albergado regrese a la calle terminada la cuarentena”, señala.
Si bien la Plaza de Acho es patrimonio cultural de la humanidad, este albergue no estará ubicado permanentemente ahí. “Ya tenemos el plan establecido y una estrategia en conjunto, la Beneficencia de Lima y la Municipalidad, que en su momento compartiremos a dónde se les va a trasladar”, señala.
El apoyo de la Municipalidad de Lima ha sido fundamental por el liderazgo del alcalde y por todos los equipos sociales y de seguridad que brinda las 24 horas del día, pero aún faltan recursos económicos para el sostenimiento de este y otros proyectos de la Beneficencia de Lima, según explica Ackermann.
La Beneficencia de Lima es una asociación sin fines de lucro. Se mantiene de la renta de sus predios, que son alrededor de 650. “No estamos en el presupuesto del Estado. Lamentablemente ha estado tan mal manejada en los últimos 50 años que solamente el 11% de las propiedades nos generan renta”, explica.
También tiene 10 programas sociales, un orfanato, el Puericultorio Pérez Araníbar, dos asilos grandes, el Canevaro y San Vicente de Paul, tres centros gerontológicos que son asilos más pequeños, dos comedores populares, un colegio y el Hogar de la Madre, además del cementerio Presbítero Maestro y un convenio con La Tinka.
“El plan de negocio que estamos implementando apunta a potenciar y generar muchas más rentas para no solamente sostener nuestro trabajo social, sino seguir creciendo en programas sociales”, señala Ackermann. Para colaborar con esta iniciativa y otras de la Beneficencia de Lima ingresa a www.casadetodos.pe
Comparte esta noticia