El actor regresa con "Cabaret", clásico musical que regresa a la cartelera teatral y en el cual debutó también como director.
El pecaminoso Kit Kat Klub vuelve a abrir sus puertas y el Teatro Municipal de Lima se convertirá en el centro del placer. El lujurioso Emcee nos da la bienvenida a su temporada que inicia el 4 de mayo. Ya fuera de personaje, Marco Zunino habla sobre la experiencia de dirigir por primera vez ─junto a Doménico Poggi─ esta obra que regresa a las tablas tras exitosas temporadas en Lima.
Para el actor, dirigir un musical no estaba en sus planes, sin embargo se vio motivado por su codirector y por Denisse Dibós, productora del espectáculo, quien lo presionó a hacerlo.
"Creo que no volvería a actuar y dirigir al mismo tiempo porque hay un punto en el que quiero ver las cosas y no puedo. Tenía mucho miedo pero debo decir que lo he disfrutado mucho más de lo que pensé. Pero el mayor obstáculo fue actuar y dirigir, sobre todo dirigir a Marco Zunino que es un pesado (risas). Más adelante me gustaría dirigir cine. Estoy escribiendo algo pero me estoy tomando mi tiempo. Quiero hacer algo como lo que a mí me gusta ver", contó a RPP Noticias.
EL CONTROL DE LAS MASAS
El actor, quien también interpretó en Broadway a Billy Flynn de "Chicago", habló sobre el poco apoyo a la cultura y la educación en el Perú. Incluso, criticó a movimientos como #ConMisHijosNoTeMetas, pues asegura que muchos de los marchantes "no saben " las verdaderas razones de su protesta.
"Cuando hablamos del poco apoyo a la edución, a la cultura y al deporte nos damos cuenta que a la gente no le interesa. Es tan triste cuando ves movimientos en contra de cambiar la currícula escolar, porque nadie se da cuenta que quienes promueven esto son aquellos a los que no les conviene que exista gente culta, obviamente porque [así la masa] son [más] manejables, como el grupo #ConMisHijosNoTeMetas, por ejemplo, quienes simplemente son manipulados y cuando les preguntan por qué están marchando no lo saben", comentó.
PODER DE LA MUJER
"Cabaret" es una obra ambientada en los años 30. En una Alemania nazi donde la mujer era solo un objeto, un adorno. Adaptarla a estos tiempos fue difícil, pero Zunino cree haber encontrado un fuerte mensaje de valor a la mujer.
"Sin querer he metido un poco de empoderamiento de la mujer en 'Cabaret', pese a que en la obra a la mujer se le muestra como un objeto para entagusar y así te das cuenta que las vidas humanas no cuentan mucho. Por ejemplo, en Madre de Dios vemos casos de trata de personas, algo de lo que no hablamos mucho. La trata de personas es un "me importa un carajo tu vida, simplemente para que mis mineros que contaminan los ríos puedan meter el pito en alguna parte en la noche". Eso es. Tu vida no importa, más importante es que estas personas metan el pito donde sea sin importar si destrozan una vida", puntualizó.
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