Actualmente se estima que un 72% de la población en Afganistán vive bajo el umbral de la pobreza.
El regreso de los talibanes al poder en Afganistán afectará de forma decisiva a la economía de un Estado que ya se encontraba golpeado por la pobreza.
Un informe de Famine Early Warning Systems Network (Fewsnet) estima que un 72% de la población afgana vive bajo el umbral de la pobreza, con 6,8 millones de personas que corren el riesgo de padecer inseguridad alimentaria aguda.
Ahora el caos generado tras la retirada de las tropas estadounidenses generaría una crisis de refugiados y obstaculizaría la capacidad de las autoridades "para emprender las reformas que sustentan las previsiones, y alimentar la salida de capitales", según lo advirtió el Fondo Monetario Internacional hace unas semanas.
Cabe mencionar que la economía afgana ha estado sostenida por la ayuda internacional, especialmente la procedente de Estados Unidos. Datos del Banco Mundial señalaban que al 2019, aproximadamente la mitad del presupuesto del país se financiaba con ayuda exterior.
En noviembre pasado se firmó un acuerdo para que el país recibiera US$ 12,000 millones en el periodo entre 2021-2025, de los cuales la mayoría estaban condicionados al proceso de paz entre el gobierno afgano y el grupo terrorista. Ante la actual situación se ve poco probable que este financiamiento se mantenga.
El Banco Mundial también indicaba que la actividad económica legal en el país menguaba cada vez que se producía un recrudecimiento del conflicto, mientras las actividades ilícitas crecían, especialmente la producción de opio generando mayor inseguridad.
"Con el cambio de la estructura de la economía, una pequeña caída en la actividad económica agregada podría asociarse a un mayor decrecimiento en el bienestar de la población", señalaban.
La situación no contribuirá a la necesaria modernización de la economía y complicará la inversión extranjera más de lo que ya estaba ante las posibles sanciones internacionales que se impongan al país debido a los actos de los talibanes.
Hasta la fecha se estimaba que el 40% del empleo en el país seguía ligado a la agricultura, que supone más del 20% del PBI y para el 60% de los hogares es la fuente principal de ingresos.
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