Estiman que la presión a la baja sobre el dólar sería contrarrestada por la postura monetaria expansiva que ha venido adoptando el Banco Central de Reserva.
Para el resto del año se prevé que el nuevo sol oscile dentro de una banda estrecha y cercana a los niveles actuales, teniendo en cuenta que el precio del dólar cerró ayer en 2.996 soles, señaló hoy el Banco de Crédito del Perú (BCP) en su reporte semanal.
Indicó que a la luz de algunos indicadores recientes, la crisis internacional parece estar resolviéndose, por lo que en los próximos meses los fundamentos macroeconómicos de cada país volverían a ser relevantes para la trayectoria del tipo de cambio.
"En ese sentido, los flujos comerciales positivos y una entrada neta de divisas al Perú provenientes de inversionistas dispuestos a incrementar sus posiciones en mercados emergentes presionarían al tipo de cambio hacia la baja", sostuvo.
Sin embargo, esta presión a la baja sobre el dólar sería contrarrestada por la postura monetaria expansiva que ha venido adoptando el Banco Central de Reserva (BCR) y que más bien tiende a debilitar al nuevo sol.
En ese sentido, el BCP previó que en la medida que las expectativas de inflación se mantengan consistentemente entre uno y dos por ciento, es de esperar un recorte adicional en la tasa referencial del BCR en agosto, lo que podría influir en una relativa alza en el tipo de cambio.
No obstante, el principal factor que influirá en su trayectoria será la evolución de la economía mundial, la cual parece próxima a iniciar la salida de la recesión, añadió.
Para el próximo año, fuera de los fundamentos, empezarían a ser cada vez más importantes las consideraciones políticas, las cuales en un escenario electoral incierto podrían traducirse en una depreciación moderada de la moneda local, previó el BCP.
Refirió que en la última semana se observó una apreciación generalizada del euro y las monedas de América Latina frente al dólar.
"Ello respondió a un contexto de optimismo que animó a los inversionistas internacionales a aumentar sus posiciones en mercados emergentes, incluyendo nuevas emisiones de bonos de deuda pública", afirmó.
Entre los factores que impulsaron este comportamiento se tienen los comentarios del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) acerca de que ve algunos indicios positivos en el mercado inmobiliario, reforzando los datos que mostraron en mayo un aumento mensual de 0.9 por ciento en los precios de las viviendas en Estados Unidos.
Cabe señalar que en Brasil el banco central de ese país se vio presionado a comprar dólares para moderar la apreciación ante los fuertes flujos de divisas entrando al país.
A pesar de que el Banco Central se ha mantenido sin intervenir directamente en el mercado cambiario, el nuevo sol muestra la mayor estabilidad en los últimos treinta días, manteniéndose en una banda entre S/. 3.00 y S/. 3.03. De esta manera, el coeficiente de variabilidad (desviación estándar/promedio) del nuevo sol es 0.2%, mientras que para el resto de monedas de América Latina se ubica entre 2.9% (en el caso del peso colombiano) y 1.2% (en el del peso chileno). (Andina)
Indicó que a la luz de algunos indicadores recientes, la crisis internacional parece estar resolviéndose, por lo que en los próximos meses los fundamentos macroeconómicos de cada país volverían a ser relevantes para la trayectoria del tipo de cambio.
"En ese sentido, los flujos comerciales positivos y una entrada neta de divisas al Perú provenientes de inversionistas dispuestos a incrementar sus posiciones en mercados emergentes presionarían al tipo de cambio hacia la baja", sostuvo.
Sin embargo, esta presión a la baja sobre el dólar sería contrarrestada por la postura monetaria expansiva que ha venido adoptando el Banco Central de Reserva (BCR) y que más bien tiende a debilitar al nuevo sol.
En ese sentido, el BCP previó que en la medida que las expectativas de inflación se mantengan consistentemente entre uno y dos por ciento, es de esperar un recorte adicional en la tasa referencial del BCR en agosto, lo que podría influir en una relativa alza en el tipo de cambio.
No obstante, el principal factor que influirá en su trayectoria será la evolución de la economía mundial, la cual parece próxima a iniciar la salida de la recesión, añadió.
Para el próximo año, fuera de los fundamentos, empezarían a ser cada vez más importantes las consideraciones políticas, las cuales en un escenario electoral incierto podrían traducirse en una depreciación moderada de la moneda local, previó el BCP.
Refirió que en la última semana se observó una apreciación generalizada del euro y las monedas de América Latina frente al dólar.
"Ello respondió a un contexto de optimismo que animó a los inversionistas internacionales a aumentar sus posiciones en mercados emergentes, incluyendo nuevas emisiones de bonos de deuda pública", afirmó.
Entre los factores que impulsaron este comportamiento se tienen los comentarios del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) acerca de que ve algunos indicios positivos en el mercado inmobiliario, reforzando los datos que mostraron en mayo un aumento mensual de 0.9 por ciento en los precios de las viviendas en Estados Unidos.
Cabe señalar que en Brasil el banco central de ese país se vio presionado a comprar dólares para moderar la apreciación ante los fuertes flujos de divisas entrando al país.
A pesar de que el Banco Central se ha mantenido sin intervenir directamente en el mercado cambiario, el nuevo sol muestra la mayor estabilidad en los últimos treinta días, manteniéndose en una banda entre S/. 3.00 y S/. 3.03. De esta manera, el coeficiente de variabilidad (desviación estándar/promedio) del nuevo sol es 0.2%, mientras que para el resto de monedas de América Latina se ubica entre 2.9% (en el caso del peso colombiano) y 1.2% (en el del peso chileno). (Andina)
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