Por primera vez de lo que va de este siglo la pobreza aumentó en el país y afecta al 21.7% de la población, pero ¿quiénes son los más vulnerables?
En el Perú nos habíamos acostumbrado desde principios de este siglo a que todos los años miles de peruanos abandonaran la pobreza, sin embargo, en el 2017 cambio esta realidad.
Más pobres
Nada menos que 375,000 nuevas personas pasaron a las filas de la pobreza que ya agrupa a 6.9 millones de peruanos, es decir, al 21.7% de la población. Pero más allá de las estadísticas, en el Perú la pobreza tiene un rostro más o menos definido.
En principio, los más pequeños son los más vulnerables. En el 2017, la pobreza afectó uno de cada tres niños menores de cinco años de edad, pero si analizamos las áreas rurales, la proporción pequeños que viven en estas condiciones sube hasta un 58%, según la Encuesta Nacional de Hogares que realiza el INEI.
“La incidencia de la pobreza es alta en la población infantil y adolescente, pues la falta de recursos en los hogares pobres suele estar asociada con situaciones de riesgo específicas para esta población, tales como la desnutrición, el abandono escolar o la falta de acceso a servicios médicos”, detalla el informe del ente estadístico.
Los hogares de los pobres no sólo tienen un mayor tamaño, sino que también están conformados por una mayor proporción de niñas, niños, adolescentes y adultos mayores implicando por consiguiente mayores tasas de dependencia económica en dichos hogares; esta situación contrasta con los hogares no pobres.
De otro lado, nuestro país se caracteriza por su diversidad étnico-racial. Según la lengua materna, se observa que la pobreza afecta más a la población que tiene como lengua aprendida en su niñez, una lengua nativa: quechua, aymara o lenguas amazónicas.
Menos educación, más pobreza
Otro factor clave en la disminución de la pobreza es la educación. Si el nivel educativo es alto, la probabilidad de caer en la pobreza es menor. Una de las características de la población pobre es presentar menor nivel educativo en comparación con la población no pobre.
Es así que el 50.1% de los pobres de 15 años y más de edad, lograron estudiar a lo más algún año de educación primaria o no tenían nivel alguno de educación y apenas 7.5% tuvo educación superior. En cambio entre los no pobres solo el 24% tiene primaria primaria y más de un tercio logró estudios superiores.
“En el año 2017, una persona pobre logró estudiar en promedio hasta el primer año de educación secundaria, ya que logra acumular 7.1 años de estudio, mientras que una persona no pobre llegó a estudiar en promedio hasta cuarto año de secundaria (10.2 años de estudio)”, explica el informe del INEI.
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