La formulación de políticas incorrectas podría generar aumento de deuda, bajo crecimiento e inflación arraigada.
La inflación a nivel mundial es un problema serio para todos los países, por ello los bancos centrales endurecieron su tasa de interés de referencia para conseguir la estabilidad de precios; sin embargo, todavía hay naciones que no formulan políticas monetarias y fiscales correctas.
¿Cómo hacerle frente a la inflación?
Kristalina Georgieva, directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional recordó a los países que “la política fiscal debe trabajar con la política monetaria, no en su contra”.
Esto “evitará avivar la inflación, cualquier nuevo gasto debe compensarse con ahorros o nuevos ingresos”, puntualizó.
Por ejemplo, al formular una correcta política fiscal un país se asegura de distribuir correctamente los ingresos que recibe por las inversiones; y la clave es dar “prioridad a la protección de los hogares vulnerables, con medidas específicas para aliviar el impacto del aumento de los precios de los alimentos y los combustibles”, refirió.
Sin embargo, no se puede pensar en gasto, si no se piensa también en ahorro; por ello, existe la necesidad de reconstruir las reservas y reducir la deuda de un país. La pandemia nos brindó una vívida ilustración de por qué el espacio fiscal es importante y cuán crucial es abordar las vulnerabilidades preexistentes.
Urge buenos formuladores de políticas
Georgieva también recordó que, a medida de que los formuladores de políticas monetarias y fiscales encuentren un equilibrio en sus diseños, no pueden dejar de lado las tensiones en el sector financiero.
Por ello, la banca y las empresas también deben ser protegidas contra la quiebra. Bajo este amparo se encuentran las instituciones sistémicas, con instrumentos seleccionados para abordar focos de elevada vulnerabilidad entre las instituciones financieras no bancarias y los mercados crediticios, señaló.
¿Qué ocurrirá si las políticas son incorrectas?
Bajo crecimiento prolongado, inflación arraigada y hasta crisis de deuda soberana con riesgo de contagio. Son las consecuencias de una incorrecta formulación de políticas; sin embargo, si estas son bien calibradas con el tiempo se conseguirá un crecimiento duradero, precios estables y lo más importante, veríamos emerger economías más resilientes, mejor preparadas para hacer frente a los shocks, comentó.
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