Contribuyentes por Respeto advierte que la propuesta del Ministerio de Salud para que el etiquetado de alimentos y bebidas tenga advertencias "tiene deficiencias".
El proyecto de manual del Ministerio de Salud para poner advertencias sobre los contenidos de azúcares, grasas y sodio en los alimentos procesados no es una medida informativa y tiene deficiencias pues no se aplica a lo que el peruano promedio consume, sostuvo José Beteta, director de Contribuyentes por Respeto.
Debe revisarse. "Esta ley, su reglamento y el manual se basan en procesos empacados y promueven un tipo de advertencia que nosotros pensamos no es la más adecuada, pues no es informativa", dijo en RPP Noticias.
Resaltó que la obesidad es un problema que avanza y que efectivamente se requiere una ley y una regulación en el tema de los alimetos procesados, sin embargo comentó que la iniciativa confundirá al consumidor.
"Va a confundir a todo mundo porque ponerles etiquetas negras además con propaganda para el Ministerio de Salud a todos los alimentos de un anaquel, lo único que van a decirle a la persona que todo es malo, y entonces eso para empezar probablemente no disuada la compra porque igual lo van a tener que comprar", señaló en Ampliación de Noticias.
Piden mejorar norma. Indicó que el proyecto sobre el etiquetado no abarca los productos alimenticios que el peruano suele consumir en promedio.
"El producto que consume el peruano no es generalmente el empacado procesado, nosotros pensamos que todos vamos a los supermercados a comprar. La mayoría de la gente compra en mercados donde no va a llegar este manual, reglamento y en restaurantes que no tienen alimentos procesados o va al mercado", comentó.
Asimismo, pidió que estas deficiencias se analicen y se modifique el proyecto de manual en el Congreso de la República.
"Hemos identificado tres puntos que deben ser debatidos y evaluados en la Comisión de Defensa del Consumidor para mejorar esa ley. Lo importante es ver cual es la herramienta más idónea para promover la alimentación saludable", aseveró.
Agregó que en Chile, país del cual el Minsa imitó la iniciativa del manual de advertencias, "a un año de haberse implementado el etiquetado con advertencias, de las personas que consumen solo el 30% lee la etiqueta y de ese monto la tercera parte hace caso a lo que dice".
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