Lima crece sin planeamiento. Además del daño personal, genera pérdida energética y derroche de recursos, aumentando el desorden urbanístico
La sensación de caos, palpable en urbes en desarrollo como Lima, tiene como base la ausencia de un estricto reglamento que controle una contaminación tan dañina como la ambiental: la contaminación visual y sonora, efecto de la pérdida de áreas verdes y proliferación de construcciones sin planeamiento adecuado, advirtió el Director de la Carrera de Arquitectura y Urbanismo Ambiental de la Universidad Científica del Sur (UCSUR), arquitecto José Ignacio Pacheco.
"Es un gran problema que nos aqueja a todos y se refleja en el día a día. La contaminación visual y acústica fomenta caos generalizado, pérdidas energéticas y de tiempo, con perjuicio económico. El Estado debe intervenir y no dejar que cada particular actúe sin medir los efectos a nivel de toda la población. En el Perú se vive un proceso constructivo que atropella los derechos de las personas. Talan árboles para más construcciones en una Lima que exige a gritos áreas verdes, creando tremendo desorden urbanístico", señaló Pacheco.
El especialista en temas urbanísticos agregó que el proceso constructivo en el Perú está colapsando. Hay derroche de recursos que se podría evitar o minimizar. Si a esto le sumamos que el país no exige mayores normas y los controles no son altos, se entiende el tremendo desorden urbanístico, el caos generalizado, así como la contaminación visual y acústica.
Crecimiento improductivo
"Entre las acciones negativas está que construyen aceras de un metro de ancho (deberían tener mínimo 2.40 m. para el tránsito de 4 personas), con un poste en medio que no permite el tránsito de peatones. En muchos distritos no existen rampas para ciclistas o sillas de ruedas, los cables eléctricos cuelgan desordenadamente. El arquitecto de hoy diseña, pero también debería construir. Esto se deja de lado, se piensa que no son las funciones propias de un arquitecto. Así se generan pérdidas energéticas y de tiempo que se reflejan en pérdidas económicas", acotó.
A su opinión, debemos cambiar los procesos tradicionales, utilizar nuevos materiales, nuevas tecnologías. Hay que repensar los espacios. "Las ciudades todo el tiempo están transformándose y nosotros no podemos ser la excepción. El arquitecto tradicional no es un urbanista, es un arquitecto que diseña y deja la construcción en manos del ingeniero. Entonces, surge la necesidad de formar profesionales capaces de cambiar esta realidad, con nuevos métodos para hacer ciudades, especialistas más capacitados y acordes con las tendencias mundiales", sentencia.
Se debe involucrar los movimientos sociales, saber cómo se distribuyen los grupos poblacionales, cuáles son sus demandas, sus necesidades, pensar en una cuidad para todas las clases. "El nuevo arquitecto diseña, concibe espacios, trabaja en constructoras, en equipos de diseño. Brinda asesorías, promueve proyectos urbanos, multifamiliares, interviene en la composición del paisaje urbano, con criterios de orden, sin contaminación visual", finaliza
La Universidad Científica del Sur fue fundada en 1998 por representantes distinguidos del sector educativo y científico, liderados por su Presidente Fundador, Ing. José Dextre Chacón, y por quien fuera su Rector Fundador, el destacado neurocirujano Dr. Fernando Cabieses. UCSUR destaca por implementar un sistema educativo moderno e innovador en carreras orientadas principalmente a la salud, agro y ambiente, e ingeniería.
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