La minera de cobre enfrentaría un nuevo bloqueo al traslado de sus minerales, esta vez por la comunidad del distrito Chumbivilcano de Velille que mantiene un pliego de reclamos en discusión.
Representantes del distrito de Velille, de la provincia de Chumbivilcas en Cusco, han anunciado que restringirán el tránsito a los vehículos de la Minera Las Bambas ante desacuerdos por una lista de pedidos exigidos por la población que la empresa aún analiza si son viables.
Protestan
Según Las Bambas la protesta es por una exigencia económica, laboral y social que aún no han acatado. La minera rechazó tajantemente cualquier acción que vaya en contra del orden público para presionar la aceptación de exigencias que no cumplen un mínimo de criterio de proporcionalidad con respecto a las operaciones de la mina.
"En una reunión el 25 pasado con representantes del Ministerio de Energía y Minas y de la PCM, dirigentes del distrito exigieron la firma de un convenio que incluía un desembolso anual de S/ 50 millones por un 50 años, y que dicho monto sea actualizado en un 5% anualmente", sostuvo la minera.
En un comunicado Las Bambas señaló que en la cita propuso establecer un proceso ordenado e inclusivo que incorpore a las comunidades, el Estado y la empresa para lograr el desarrollo de esta zona.
Pliego de reclamos
Los dirigentes del distrito de Velille que está ubicado a más de 200 kilómetros de las operaciones de Minera Las Bambas, han indicado que su petitorio es el siguiente:
1. Que la población del pueblo de Velille acceda a la oferta de bienes y servicios que genera la empresa. (contratación de mano de obra local en la mina)
2. Ejecución de proyectos sociales vinculados al medio ambiente, educación, salud, promoción de la cultura, entre otros. La suma de estos proyectos supera los S/. 40 millones.
3. Indemnización y compensación por los daños ambientales y sociales que se causen a las comunidades.
4. Firma de un convenio marco, documento que permita garantizar el cumplimento de todos los acuerdos.
En esa línea, Minera Las Bambas considera que primero se debe realizar un diagnóstico participativo que identifique las reales necesidades de las comunidades. Luego, propone el planeamiento y definición de líneas de acción para priorizar los proyectos necesarios en beneficio de las comunidades y que respondan a las necesidades planteadas.
También plantea la evaluación económica de los proyectos priorizados, un cronograma de ejecución y la identificación de las distintas fuentes de financiamiento.
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