Después que se filtraran en la web una serie de fotografías de la actriz desnuda, Ashley posó como Dios la trajo al mundo en una nueva y atrevida sesión fotográfica.
Con solo pintura corporal cubriendo sus mejores atributos, Ashley, de 22 años de edad, afirma que se encuentra en el mejor estado físico de su vida, tras grabar la tercera parte de la saga de Crepúsculo: Eclipse.
"Tuvimos muchas escenas de acción y de peleas, por eso tuve que entrenar mucho y pude tonificar mi cuerpo para estas fotografías", contó.
Vale recalcar que Greene realizó esta ardiente sesión fotográfica para promocionar una conocida bebida estadounidense.
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