Amy Winehouse y el productor de videos Blake Fielder-Civil tuvieron un matrimonio tormentoso: drogas, abuso psicológico y alcohol.
La reciente biopic Back To Black ha puesto nuevamente en el centro de atención a Blake Fielder-Civil, el exesposo de la fallecida cantante Amy Winehouse. En esta película, el actor Jack O’Connell interpreta el papel de Fielder-Civil, reviviendo así la historia de la pareja.
Ante esta nueva ola de atención mediática, él se presentó en el programa Good Morning Britain para ofrecer su versión de los acontecimientos y expresar su pesar por haber introducido a Winehouse en el mundo de las drogas. En una entrevista, admitió haber recibido amenazas de muerte y reflexionó sobre la responsabilidad que siente en relación con el declive de la cantante.
Cuando la presentadora Kate Garraway le preguntó directamente si lamentaba haber inducido a Amy Winehouse a la heroína, Blake Fielder-Civil respondió afirmativamente, reconociendo la gravedad de su adicción y lamentando profundamente sus acciones pasadas.
También compartió su deseo de reconciliarse con el padre de Amy, Mitch Winehouse, y expresó su esperanza de que ambos puedan encontrar la paz a través de una conversación sincera.
La película ha generado controversia, especialmente entre amigos y fanáticos de la artista, quienes critican la representación de ciertos aspectos de la vida de la cantante. Sin embargo, Mitch ha respaldado la producción, a pesar de las discrepancias que tuvo con el documental anterior, Amy.
Dirigida por Sam Taylor-Johnson, Back To Black ha sido el centro de debate debido a su supuesta representación demasiado amable de Blake Fielder-Civil. A pesar de las críticas, Taylor-Johnson defiende la necesidad de explorar la complejidad de la relación entre Winehouse y Fielder-Civil, destacando los motivos por los cuales la cantante se enamoró de él.
La caótica vida de Amy Winehouse
A pesar de poseer una de las voces más cautivadoras en el mundo del espectáculo, la vida de Amy Winehouse estuvo constantemente en los titulares debido a su lucha contra la adicción a las drogas y al alcohol, así como a sus numerosos problemas legales. Desde 2007, sus batallas con la anorexia y la bulimia también fueron motivo de preocupación, con su manager, Nick Godwyn, advirtiendo a sus padres sobre los riesgos de su estilo de vida desordenado.
A pesar de sus desafíos personales, el álbum Back to Black, producido por Mark Ronson, fue un rotundo éxito, alcanzando triple platino en pocas semanas. Sin embargo, Amy enfrentó dificultades emocionales, especialmente cuando su amada abuela falleció en 2007, dejándola profundamente afectada, como se evidenció en su canción Rehab.
En enero de 2008, surgió un video que supuestamente mostraba a Amy Winehouse consumiendo crack, lo que llevó a su compañía discográfica a anunciar su ingreso a rehabilitación. En abril de 2009, se difundieron imágenes de la cantante corriendo desnuda por un hotel en la isla caribeña de Santa Lucía. En julio del mismo año, presentó una demanda de divorcio contra su entonces esposo Blake Fielder-Civil.
En agosto de 2010, Amy causó controversia al ofender al rey de los Zulúes, Goodwill Zwelithini kaBhekuzulu, durante un discurso en un restaurante temático llamado Shaka Zulu. Además, en ese mismo mes, fue fotografiada borracha y desmayada en una mesa fuera de un pub, después de supuestamente beber durante 16 horas, según reportaron los medios.
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