El emotivo momento fue acompañado por las palmas de los asistentes dentro de la capilla St. George. Los ahora esposos lucieron radiantes.
El príncipe Harry, nieto de la reina Isabel II, y Meghan Markle fueron declarados marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la capilla St. George del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
Los novios intercambiaron los votos matrimoniales y los anillos ante una congregación de 600 personas, entre ellas miembros de la familia real británica y personalidades del mundo del espectáculo.
El anillo de Markle, de 36 años, ha sido diseñado con oro de Gales por la joyería Cleve & Company y Harry, por su parte, lleva una alianza de platino.
El arzobispo de Canterbury casó a los ahora duques de Sussex después de que el primado de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, Michael Curry, pronunciara una apasionado discurso sobre el poder del amor para "ayudar y curar".
"Hay poder en el amor. El amor puede ayudar y curar cuando nada más puede hacerlo", dijo el reverendísimo afroamericano, antes de hacer reír a la congregación al afirmar que "dos jóvenes se enamoran y todos nos presentamos" en la capilla.
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