Después que el padre de la ´princesa del pop´ sospechará del consumo de sustancias toxicológicas, este obligó a los bailarines a someterse a un control.
Britney Spears, quien recién acaba de relanzar su carrera en una esperada gira, ya se encuentra sumergida en una serie de escándalos y, aunque esta vez no sea la protagonista de ellos, sus bailarines han captado la atención de la prensa.
Jaime, padre de la cantante, sospechaba del uso indebido de sustancias toxicológicas de parte de los bailarines de su hija por lo que los obligó a que se sometieran a un examen para determinar si usaban drogas.
El resultado arrojó positivo en tres de ellos y con intención de que su hija no vuelva a caer en una espiral de malos hábitos que tanto la azotaron, le pidió a Britney que los despida.
Fuentes cercanas a la familia Spears, precisaron que Jaime, antes de iniciar la gira dejó bien en claro que no iba a permitir comportamientos impropios.
Según un diario británico, en los contratos se especificaba que el consumo de drogas o alcohol sería motivo de despido. Sin embargo, los bailarines aseguraron que "nunca pensaron que se les haría un control de este tipo".
Al parecer, los jóvenes le pidieron a la intérprete una segunda oportunidad pero ella "no dudó ni un segundo en enseñarles la puerta".
Trascendió que el padre de Britney no quiere que se repita el "error" que cometió la cantante, al casarse con Kevin Federline.
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