El actor, portador del VIH, ha llegado a gastar 100 mil dólares en prostitutas en una sola noche. En cocaína, otros 20 mil.
El actor Charlie Sheen llegó a gastarse 1,6 millones de dólares (casi 1,5 millones de euros) en prostitutas en un solo año, pese a que hacía muchos meses que sabía que era portador de VIH y del peligro de transmisión a otras personas.
Eso fue en 2013, señal de la adicción al sexo que muchos le han atribuido, y de un estilo de vida que provocó la desvinculación de su contrato con CBS en 2011, la cadena que le hizo rico emitiendo “Two and a Half Men” con el neoyorquino como protagonista
Lo confirmó esta semana la administradora de uno de los prostíbulos de los que se nutría el actor de 50 años, citada por el diario The New York Post, explicando que su exmujer, Brooke Mueller, también participaba y que Sheen siempre estaba dispuesto a pagar lo que hiciera falta con tal de tener a sus chicas favoritas a su disposición.
La tarifa, de hasta 50 mil dólares (casi 47 mil euros) por chica si aceptaban todas sus demandas, la cubría con dinero en efectivo. Y por supuesto, una de sus peticiones era poder tener relaciones sin preservativo.
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