En el proceso legal se disputan la paternidad de sus pequeños hijos Simone y Mikhail Zaratustra.
Cristian Castro y Valeria Liberman no lograron ponerse de acuerdo en la designación de un mediador que destrabe el proceso legal de su separación, en el que disputan la paternidad de sus hijos y una mansión valuada en varios millones de dólares.
Es así que el plazo fijado por el tribunal de familia para que ambas partes conciliaran en un intercesor se venció el 10 de diciembre pasado y ahora corresponde al juez Gerald Bagley designarlo, según un documento presentado en el caso por el magistrado.
El proceso de divorcio de Cristian y Valeria, que cumplirá un año el 19 de febrero, se ha tornado una verdadera batalla legal como lo demuestra el expediente del caso, cuyas casi 500 páginas han tenido que ser escaneadas para ser revisadas en una terminal de computadora.
El archivo del divorcio iniciado por Liberman, quien alega violencia doméstica, presenta, entre otras cosas, detalles poco conocidos, como un diploma a nombre de Cristian Castro por haber cumplido a fines del año pasado un programa supervisado de "Crianza" con sus hijos.
El abogado de Liberman solicitó una nueva audiencia para el 27 de enero y se tratará sobre sus honorarios, los cuales serán cargados al intérprete.
El juez Bagley resolvió a finales del año pasado que Castro debe pagar 15 mil dólares mensuales de manutención temporal, a partir del 1 de noviembre, a Liberman y a sus dos hijos Simone y Mikhail Zaratustra.
El futuro de los menores se encuentra en juego, pues mientras Liberman quiere la custodia total, Cristian busca la compartida.
En juego también está la fortuna lograda por Cristian a lo largo de su carrera como cantante, invertida en una casa en Miami, valuada en más de dos millones de dólares, en la que la pareja vivió durante su unión matrimonial.
-Andina
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