De drogadicto y criminal juvenil a estrella de Hollywood y activista, Danny Trejo lanza su documental biográfico "Inmate #1" y asegura que sigue intentando remendar los errores de su pasado.
La vida de Danny Trejo es algo que ni Hollywood podría haber imaginado. De drogadicto y criminal juvenil a figura del cine y activista, el actor latino presenta ahora su documental biográfico "Inmate #1" y aseguró que sigue intentando remediar los errores de su tortuoso pasado.
"Es una de las razones por las que sigo trabajando para corregirlo: sí, tengo muchos remordimientos, cosas que no puedo revertir", admitió. "Todo lo que puedo hacer es asegurarme de que la gente a la que hice daño, y sus hijos, estén bien, y asegurarme de que soy un buen ejemplo de lo que es hacer el bien", añadió.
Con uno de los rostros más fieros del cine, pero que esconde a un tipo tremendamente entrañable, Danny Trejo estrena en Internet bajo demanda "Inmate #1: The Rise of Danny Trejo".
Se trata de un documental que explora cómo un latino que pasó por la cárcel siendo un chico acabó conquistando Hollywood en "Desperado", "Heat" (ambas de 1995), "From Dusk Till Dawn" (1996), y, sobre todo, "Machete" (2010).
"Creo que el documental dará esperanza a los jóvenes", opinó. "He trabajado mucho (como consejero y activista) en centros de detención juvenil, institutos y cárceles. Y creo que esto será una buena herramienta con la que trabajar para dejarles ver cómo fue mi vida y luego hacer preguntas y respuestas (...). Puedes reescribir tu vida: todo lo que necesitas hacer es empezar a ayudar a la gente", dijo.
AÑOS SALVAJES
El Trejo generoso y volcado en su comunidad se parece muy poco al adolescente salvaje que dividía su tiempo entre robos y drogas: probó la marihuana a los ocho años y la heroína a los doce.
Varios años entre rejas en prisiones como San Quentin o Folsom le pusieron al límite. Durante su paso en aislamiento -por verse involucrado en una pelea donde algunas personas salieron heridas de gravedad- le hizo una promesas a Dios. Entonces empezó a ayudar a la gente.
Era 1969, cuando abandonó la cárcel, y nadie habría profetizado que ese chicano tatuado y campeón de boxeo en prisión se iba a convertir en una estrella del cine.
"Cuando estás en la cárcel y sabes que se va a montar un lío en el que muchos saldrán heridos, por dentro estás cagado de miedo, pero por fuera tienes que parecer un asesino. Eso es actuar", resumió.
El aspecto de tipo duro le dio a Danny Trejo sus primeros papeles como extra en los que muchas veces no tenía nombre: solo era "preso 1" (de ahí lo de "Inmate #1"). Se apuntaba a todo lo que le saliera (tiene 384 créditos con su nombre en el registro audiovisual IMDb), hasta que en 1995 llegó su momento con el asesino silencioso de "Desperado".
Ahí comenzó su idilio con el cineasta latino Roberto Rodríguez, que le convertiría en un ícono pop en las irresistibles "Machete" (2010) y "Machete Kills" (2013).
AYUDA A LOS JÓVENES
"El éxito para mí es irme a la cama por la noche sintiéndome bien", destacó. Gran parte de eso se debe a su labor social fuera de los sets a través de charlas y programas que hace con los jóvenes para que no tropiecen donde él cayó.
Ser un espejo en el que se puedan mirar los adolescentes le enorgullece profundamente. "Creo que los únicos que no quieren ser un ejemplo son los que hacen algo mal. Me gusta ser un ejemplo, pero también soy humano, tienes que recordar eso. Así que haz lo mejor que puedas", finalizó Trejo. (EFE)
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