La actriz estaba junto a otros manifestantes en una protesta contra la construcción del oleoducto Keystone XL, que se extenderá entre Canadá y el Golfo de México.
La actriz Daryl Hannah y otros manifestantes fueron arrestados hoy frente a la Casa Blanca en una protesta contra la construcción del oleoducto Keystone XL, que se extenderá entre Canadá y la costa del Golfo de México, informaron los medios locales.
La demostración la habían organizado el Club Sierra y otros grupos preocupados por el ambiente y en ella participaron unas cincuenta personas resueltas a cometer actos de desobediencia civil mientras se espera una decisión del Gobierno del presidente Barak Obama sobre el controvertido proyecto.
Algunos de los manifestantes se amarraron a los portones de la Casa Blanca con esposas de plástico mientras otros se sentaron en la calle y se negaron a moverse a pesar de las órdenes repetidas de la Policía.
Hannah, ganadora de un Premio por Film Corto en el Festival de Berlín con su película "La última cena", fue arrestada junto con el científico James Hansen, el director ejecutivo del Club Sierra, Michael Brune, y el veterano militante de los derechos civiles Julian Bond.
Bill McKibben, confundador del grupo 350.org que ha coordinado la oposición al plan, dijo al diario The Washington Post que el presidente Obama no puede ignorar el "hecho de que la extracción de petróleo de las arenas bituminosas de Alberta, un proceso con intensa emisión de carbono, desestabilizará al planeta".
El proyecto completo comprende un sistema de oleoductos de unos 3.640 kilómetros para el transporte de unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde las arenas de Athabasca en Alberta (Canadá) a diferentes sitios de EE.UU.
Esto incluye refinerías en Illinois, el centro de distribución petrolera de Cushing en Oklahoma y conexiones propuestas para refinerías en la Costa del Golfo en Texas.
El proyecto de oleoducto fue objeto de polémica durante la reciente campaña electoral en Estados Unidos: los sectores conservadores sostienen que la obra creará decenas de miles de empleos y contribuirá a que EE.UU. dependa menos del crudo del Oriente Medio y Venezuela.
Los grupos ecologistas, por su lado, afirmaron que la obra tal como se había diseñado originalmente dañaría una zona ecológicamente frágil en Sandy Hills, en la región norte central de Nebraska, y que lejos de independizar a EE.UU. de los hidrocarburos prolongaría esa dependencia con el suministro de más hidrocarburos.
El Gobierno de Obama rechazó la propuesta inicial el año pasado citando esas preocupaciones ambientales y prestando atención a terratenientes y grupos ambientalistas que afirmaron que el oleoducto, con su peligro de escapes, contaminaría el acuífero Ogallala
El Departamento de Estado, que tiene jurisdicción sobre el permiso para la construcción del oleoducto, dará a conocer en unas pocas semanas un borrador de la evaluación del impacto ambiental del proyecto.
EFE
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