El actor mexicano, recordado por su trabajo en telenovelas como “Destilando amor” y “Corazón Salvaje”, confesó que sufrió de depresión.
El actor mexicano Eduardo Yañez confesó en una reveladora entrevista con Efe que durante el confinamiento para contener la pandemia del coronavirus cayó "en una profunda depresión", de la que necesitó ayuda profesional para salir.
Yañez, quien es uno de los más emblemáticos y controvertidos protagonistas del mundo de las telenovelas, reconoció que su situación se empeoró por lo "retorcido" y "enfermo" que es el personaje en el que trabaja ahora mismo y que responde al nombre de Mateo Corona.
Se trata de un exigente rol que repite en la segunda temporada de “Falsa Identidad”, la serie de Telemundo que protagoniza con Camila Sodi y Luis Ernesto Franco y que se estrena el 22 de septiembre.
"Cuando empezamos a grabar esta temporada tenía un dolor de espalda fuerte y me comencé a automedicar con cortisona inyectada. Llegué a sentirme tan mal que cuando fui al médico me alertó que eso me podía hacer mucho mal y paré en seco, algo que tampoco se debe hacer", confesó el artista.
"El daño fue grave, estaba muy hinchado, lo que llevó a la prensa a decir que estaba alcoholizado, empecé a tener ansiedad, pánico, a sentirme desequilibrado", relató y debió acudir a una clínica donde le hicieron tratamientos con ozono y oxígeno para estabilizarlo.
"Encima, estaba acá solo, sin ganas de ver a nadie, estudiando a Mateo", agregó con esa mezcla de vulnerabilidad y picardía que lo convirtieron por dos décadas en uno de los galanes más cotizados y deseados de telenovelas mexicanas como “María Elena”, “Guadalupe”, “Destilando amor”, “Corazón Salvaje” y “Amores verdaderos”, entre muchas otras.
Aunque con sus gestos buscó minimizar la situación, Yañez reconoció que la "locura de Mateo" le "llegó a afectar".
"En esta segunda temporada, esta psicosis de Mateo se va al extremo y pierde totalmente el sentido de la realidad al punto que no se da cuenta de que lo que pretender nunca lo va a poder lograr, porque se ha manchado irremediablemente con cada paso", consideró.
Para contar esta etapa de su vida, “en la que el personaje está muy metido en sus fantasías malvadas”, Yañez estudió con especialistas sobre "lo que es un psicópata, un sociópata, un esquizofrénico".
"Tuve que escoger para dónde quería llevarlo y elegí ir al extremo a un hombre con una profunda enfermedad mental a partir del dolor", contó.
"Físicamente parece que no le afecta nada, pero por dentro va perdiendo lo poco que le quedaba de cordura por los constantes rechazos", indicó al explicar y la obsesión del personaje “con el sexo y el orgasmo” y la fijación con sus nietos.
EN PAZ CON LA EDAD
Yañez es famoso por su impaciencia con la prensa del corazón y pueden llegar a sacar de quicio las preguntas personales, en especial de los temas que le duelen. Contrariamente a lo que se pudiera pensar de un hombre que ha hecho suspirar a millones de admiradoras, los 60 años le encontraron lleno de agradecimiento.
"Llevo bien la edad. A veces uno añora lo que no hiciste en cierto momento de tu vida, pero hasta este momento puedo decir que estoy muy bien. No digo satisfecho, porque siempre se quiere lograr más cosas, pero más bien agradecido por lo que Dios o el universo me ha dado y toda la gente que ha estado para bien en mi camino", manifestó.
"Físicamente me siento cada vez mejor, en especial desde que comenzaron las grabaciones", aseguró.
La espalda ya no le duele y se ve totalmente deshinchado, consideró. Sus casi 1,90 metros de estatura siguen siendo imponentes y se nota que dice la verdad cuando asegura que algo que lo ayudó mucho es que nunca, ni en los peores momentos, dejó de hacer ejercicio.
Para el actor es un privilegio seguir teniendo oportunidades "en esta profesión" que tanto ama y que, "aunque es luchona y muy difícil", le ha presentado retos extraordinarios. "En lo difícil está el placer", cerró.
Con información de Efe.
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