El actor llegó hasta el coliseo romano para los ensayos del show "Gladiator Live" luciendo una descomunal barba.
Casi dos décadas después del estreno de la aclamada "Gladiador", el general romano Máximo regresó hoy al Coliseo para luchar bajo la crueldad de Cómodo, en una emocionante proyección del filme del que disfrutaron 300 privilegiados mientras que una orquesta interpretó en directo la banda sonora original.
La arena más famosa del mundo revivió las épicas luchas de gladiadores en un acontecimiento único, organizado por la compañía sinfónica Orchestra Italiana del Cinema y CineConcerts, que contó con la presencia de Russell Crowe, como invitado de honor.
El Anfiteatro Flavio, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y símbolo de Roma en el mundo, extendió una gran alfombra roja para recibir con las mejores galas a Crowe, que hace casi dos décadas se alzó con el Oscar al mejor actor por su extraordinaria interpretación de Máximo Décimo Meridio.
La estrella hizo su aparición ─con un evidente sobrepeso y una frondosa barba─ ante un grupo reducido de medios, y quedó rápidamente envuelto entre los flashes de los fotógrafos pero también de los numerosos seguidores que le esperaban fuera del Coliseo y aprovecharon para pedirle alguna foto para el recuerdo.
Entre los gritos ensordecedores de sus fans que coreaban su nombre, la estrella hollywoodiense dijo sentirse "muy emocionado" por encontrarse en este impresionante espacio y con tanta gente que "veinte años después de grabar" la cinta "aún le importa y la recuerda con cariño".
BUENA CAUSA
El evento fue organizado para recaudar fondos para dos causas, la primera de ellas es la Campaña "End Polio Now", un programa de erradicación de la poliomielitis apoyado por Rotary International, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Organización Mundial de la Salud, Unicef y los Centros estadounidenses para el control y la prevención de enfermedades.
Parte del dinero también se destinará a la construcción de un ascensor que permitirá a las personas en silla de ruedas llegar hasta el tercer nivel del Coliseo.
Las entradas costaban entre 1.500 euros y 3.000 un precio reservado solo a unos pocos, concretamente a 300 afortunados, que pudieron gozar de este maravilloso espectáculo.
Una gran pantalla proyectó la película precisamente en el Coliseo, un escenario exclusivo que ni siquiera los protagonistas de la cinta pudieron pisar entonces durante el rodaje.
Y es que para "Gladiator" se construyó solo la mitad de la recreación de un coliseo, lo que obligaba a los actores a repetir las escenas, porque unas veces las gradas correspondían a la zona norte y otras a la sur.
Junto con la película, la Orchestra Italiana del Cinema puso a disposición 200 músicos que, bajo la dirección del maestro Justin Freer, interpretaron la banda sonora original, del compositor Hans Zimmer. EFE
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