"Era la primera vez que estaba embarazada y quería disfrutarlo. Comía todo tipo de chatarra y pensé que se iba a ir todo cuando diera a luz al bebé", contó Simpson.
Le declaró la guerra. La cantante Jessica Simpson pasa por uno de sus momentos más difíciles porque se encuentra enfrentando un serio problema de sobrepeso, con el cual lucha desde que dio a luz a su hija Maxwell Drew.
"Era la primera vez que estaba embarazada y quería disfrutarlo. Comía todo tipo de chatarra y pensé que se iba a ir todo cuando diera a luz al bebé", contó Simpson al diario “USA Today”.
La cantante subió en total 25 kilos gracias a todos los constantes antojos que tenía durante la gestación, en especial a los macarrones con queso que casi comía a diario, según confesó.
Ante este grave problema de sobrepeso, que pone en riesgo su salud, Jessica se esfuerza para entrenar con un entrenador personal, Harley Pasternak, aunque se niega a realizar algunas actividades, como correr. "Mis senos son demasiado grandes para correr, por eso estoy caminando mucho”, dijo.
En efecto, ella está caminando alrededor de 14.000 pasos al día, pero comenzó con 10.000. Una milla es de aproximadamente 2.000 a 2.500 pasos en función de la longitud de cada paso. Muchos expertos en salud recomiendan que las personas deben caminar al menos 10.000 pasos al día.
Jessica Simpson ha asumido el reto de un programa de televisión para bajar de peso y por ello el próximo 10 de septiembre para ver si logró bajar algunos gramos.
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