La actriz se pasó el fin de semana llorando, fumando y mordiendo sus uñas, según comentó un allegado. No quiere ir a la cárcel y no sabe cómo manejará la situación.
Lindsay Lohan está a menos de 24 horas de entregarse y empezar a cumplir su sentencia de 90 días en la cárcel. La actriz está devastada por el tiempo que pasará tras las rejas.
"Ha sido un fin de semana difícil", dice una fuente. "Ella no ha podido dormir y apenas ha comido. Todo el fin de semana, Lindsay se la pasó llorando, fumando y mordiendo sus uñas", agregó.
Lohan, de 24 años de edad, ha estado viviendo en las instalaciones de Pickford Lofts en Los Ángeles durante casi una semana y ha tenido frecuentes visitas de su ex novia Samantha Ronson, su madre Dina, su hermana Ali y algunos amigos, pero nada ha sido capaz de calmar su ansiedad.
"Ella está nerviosa, inquieta, y su equipo de abogados, familiares y amigos están muy preocupados por su frágil estado", añadió la fuente.
Mientras que la atribulada actriz parecía estar llegando a entender su situación la semana pasada, sus amigos dicen ahora que el miedo de pasar el tiempo encerrada en una celda es lo que la tiene devastada.
"Ella se ha estado imaginando a sí misma en la cárcel y no puede manejar esa idea", dijo otro amigo, quien la semana pasada indicó que Lohan se estaba sintiendo mejor.
"Ella no quiere ir. No cree que sea seguro. No sabe cómo lo logrará", culminó.
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