Fiscalía decidió no imputar a la rubia un cargo por una supuesta agresión a una de las empleadas del centro de rehabilitación en el que se recuperaba el pasado diciembre.
La Fiscalía de Riverside (California) decidió no imputar a Lindsay Lohan un cargo por una supuesta agresión a una de las empleadas del centro de rehabilitación en el que se recuperaba el pasado diciembre, informó hoy CNN.
La cadena estadounidense recordó que Lohan se enfrenta a una audiencia preliminar el próximo 22 de abril por un delito grave por robo y también podría volver a la cárcel por un cargo de violación de libertad condicional.
No obstante, el fiscal de distrito del Condado de Riverside, California, decidió el martes no seguir adelante con un cargo por posible asalto contra un miembro del personal del Centro de rehabilitación Betty Ford, donde estaba ingresada, el pasado 12 de diciembre 2010.
"Nuestra oficina ha completado la revisión del caso y no vamos a presentar cargos por falta de pruebas", dijo el portavoz John Hall.
El altercado supuestamente tuvo lugar después de que la actriz y sus compañeras de habitación regresaran al centro de rehabilitación diez minutos después de lo establecido, tras una visita a un bar.
Al volver a la clínica Betty Ford comenzó una pelea con una de las empleadas, pero la intérprete asegura que ella no fue quien propinó el primer golpe, aunque admitió que sí la empujó, según fuentes cercanas a Lohan.
Según la versión de Lohan, la empleada la trató "de forma injusta" y le exigió que pasara un test antidroga. Ahí es donde supuestamente comenzó la disputa. Lohan le dijo que le quitara "las manos de encima" y posteriormente la empujó.
Lohan ya pisó la cárcel en 2010 por una causa que se inició en 2007 cuando fue detenida por conducir ebria y que se complicó cuando incumplió en reiteradas ocasiones las condiciones impuestas por los jueces para que pudiera seguir en libertad.
-EFE-
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