El juez Elden Fox no ha sido notificado sobre la presunta trifulca entre la actriz y una trabajadora en el Centro Betty Ford. De probarse la agresión, LiLo irá presa.
La rotatoria puerta de la cárcel puede estar girando una vez más para Lindsay Lohan, quien está bajo investigación policial por agresión a una trabajadora del centro de rehabilitación Betty Ford.
El juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, Elden Fox, se enfrenta a tener que cumplir su amenaza de incrementar el tiempo de encarcelamiento a Lohan si ella violó su libertad condicional en su caso de conducir bajo los efectos del alcohol.
"Si las últimas acusaciones son ciertas, será un desastre para Lindsay", dice el abogado defensor de Los Ángeles, Richard Hirsch, quien no está involucrado con el caso. "Después de todas las oportunidades que ella ha tenido, el juez puede no tener otra opción".
Hace dos meses, Fox salvó de la cárcel a Lohan después de que dio positivo en un examen de drogas, convencido de que la actriz - una adicta confesa- necesita un tratamiento más y le ordenó permanecer en el Centro Betty Ford, al menos hasta el 3 de enero.
"Estoy de acuerdo en que la recaída es parte de la recuperación, pero yo no voy a ser manipulado", dijo Fox, amenazándola con seis meses más tras las rejas si reincidía.
La actriz, de 24 años, ha cumplido hasta el momento tres temporadas en una cárcel de Lynwood, California.
"El juez Fox no es alguien que hace amenazas vanas", dice otro abogado de defensa criminal de Los Ángeles, Steve Sitkoff. "Sobre todo si él decide que Lindsay fue la instigadora de la pelea con la empleada del Centro Betty Ford, con lo que lo más probable que haga será castigarla con la cárcel en lugar de tratamiento".
Hasta el miércoles, tanto el fiscal de distrito de Los Ángeles y Fox no habían sido notificados oficialmente de las supuestas infracciones de Lohan.
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