La intérprete no pudo despedirse de su público entre palmas, sino todo lo contrario, pues fue abucheada por presentarse en aparente estado de ebriedad en Belgrado.
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La fallecida cantante británica Amy Winehouse no pudo despedirse de los escenarios como toda una estrella se merece, es decir, entre aplausos, sino todo lo contrario.
Debido a sus excesos con el alcohol, la intérprete subió al escenario de su último concierto, realizado en Belgrado, en aparente estado de ebriedad, por lo que fue abucheada por los asistentes.
Ella subió al escenario con gran dificultad, se sacó los zapatos, los tiró e intentó empezar a cantar, sin lograrlo, pues su voz en esos momentos no era la que la lanzó a la fama.
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Debido a este bochornoso incidente, sus representantes tomaron la decisión de suspender su gira por Europa.
A través de su representante expresó: "A pesar de asegurar que desea llevar a cabo sus compromisos, ha acordado con sus representantes que no puede dar lo mejor de sí misma y que regresa a casa. Le gustaría disculparse con todos los fans que esperaban verla en sus actuaciones, pero siento que hace lo correcto".
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