Se tenía previsto subastar el 10 de junio esas misivas por un precio estimado de entre los 550.000 dólares y los 1,65 millones de dólares.
La casa irlandesa Sheppard ha suspendido la subasta de unas cartas escritas por Jacqueline Kennedy a un sacerdote irlandés con confidencias sobre su vida con el presidente John F. Kennedy, informaron hoy los propietarios de las misivas.
Las cartas, uno de los escasos documentos epistolares de Jacqueline Bouvier Kennedy (1929-1994), fueron el fruto de catorce años de correspondencia entre la exprimera dama de Estados Unidos y Joseph Leonard, sacerdote de la orden católica de los Vicentinos en el colegio All Hallows, en el barrio dublinés de Drumcondra.
Sheppard tenía previsto subastar el 10 de junio esas misivas por un precio estimado de entre los 550.000 dólares y los 1,65 millones de dólares.
No obstante, un portavoz del All Hallows explicó hoy que el acto ha sido suspendido a petición de los directores de esta entidad académica y los Padres Vicentinos.
"Representantes del All Hallows College y los Padres Vicentinos están ahora abordando con miembros de la familia de la señora Kennedy cuál es la mejor manera de preservar este archivo para el futuro", señaló el portavoz.
Desde que Sheppard anunció el pasado 13 de mayo la subasta habían surgido interrogantes sobre quiénes son los verdaderos propietarios de las cartas y si es moralmente correcto hacer negocio con la vida privada de Jacqueline Kennedy.
Las misivas fueron intercambiadas entre 1950 y 1964, antes del matrimonio de la joven estadounidense con John F. Kennedy, entonces figura en ascenso en la política, y también después de su asesinato en 1963.
En los primeros textos, Jackie cuenta que estaba enamorada del "hijo del embajador de Inglaterra", pero expresa su preocupación por que pueda llegar a ser como su padre, John Vernou Bouvier, con fama de mujeriego.
"Es como mi padre en cierto sentido -le encanta la caza y se aburre con la conquista- y, una vez casado, necesita probar que todavía es atractivo, así que coquetea con otras mujeres y te ofende. Yo vi como esto casi mata a mamá", apuntó la estadounidense, que llegó a la Casa Blanca como primera dama en 1961.
Una joven Jackie de 23 años, que ya había iniciado la relación con Kennedy, confesó que el mundo de la política, al que iba a pertenecer tras su matrimonio, "puede ser muy glamuroso desde fuera pero, si estás en él y estás solo, puede ser un infierno".
No obstante, un año después de su boda, celebrada el 12 de septiembre de 1953, Jacqueline comentó que le encantaba estar casada más de lo que pensó al principio y que su esposo le había aportado "increíbles conocimientos sobre los políticos, que en realidad son una raza aparte".
De puertas para fuera la relación entre el matrimonio Kennedy era idílica pero fue bastante tumultuosa, también durante su etapa en la Casa Blanca, sobre todo por las continuas infidelidades del presidente.
Jacqueline contó al sacerdote cómo Kennedy fue consumido por la ambición "como Macbeth", rey de Escocia entre 1040 y 1057, cuya historia sobre la traición y la ambición desmedida inspira la conocida tragedia del Shakespeare.
Después del asesinato del primer presidente católico de Estados Unidos, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (EEUU), Jackie contó al sacerdote la crisis de fe que le generó.
"Tengo que pensar que hay un Dios o no tengo ninguna esperanza de encontrar a Jack de nuevo", escribió la viuda de Kennedy, quien agrega: "Dios tendrá algo que explicarme si alguna vez lo veo".
La casa Sheppard consideraba estos documentos como parte de la "autobiografía" de la fallecida esposa de Kennedy, que en 1968 volvió a contraer matrimonio con el millonario griego Aristóteles Onassis.
EFE
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