El actor que con su voz da vida a Woody en "Toy Story 4" habló sobre la expectativa de la cinta, el movimiento "Me too" en Hollywood y sobre la acogida de Netflix en la industria cinematográfica.
El actor Tom Hanks, que presta su voz al personaje de Woody en "Toy Story", cuya cuarta entrega se estrena este jueves 20 de junio, dijo que el éxito de esta popular serie de Pixar se debe al "elemento mágico que hay en unos juguetes que cobran vida, algo que todo el mundo quiere creer que es cierto".
En una entrevista concedida a EFE, el actor norteamericano alimentó esta ilusión, al añadir que, de hecho, no se puede demostrar que no sea así, "porque a lo mejor los juguetes cobran vida cuando están solos en la habitación".
"Los juguetes (en 'Toy Story') tienen una vida interior, combinada con historias y aventuras fantásticas que están en todos nuestros sueños, y además reflejan todos los cambios a los que nos enfrentamos cuando nos hacemos adultos", señaló.
Destacó el protagonista de "Philadelphia" y "Forrest Gump" que detrás de las películas de esta serie animada "no hay brujería, ni pócima mágica, ni venenos, son juguetes que cobran vida y se enfrentan a los problemas que tienen, y esa es la clave del éxito".
En tiempos del "Me Too", Hanks elogió que en "Toy Story 4" los personajes femeninos sean fuertes y líderes: "Las experiencias que ha tenido Betty (una muñeca de porcelana) le permiten estar al mando, es inteligente, como debe ser, y Woody, que es honesto, tiene la experiencia suficiente como para saber que no sabe nada y que la candidata natural para liderar es Betty y no tiene ningún problema de ego o de status".
El vaquero Woody, añadió, puede ser "un buen ejemplo de vivir en una meritocracia y que los inteligentes lideren el camino".
Sobre la débil frontera que separa actualmente el cine de la televisión, que ha propiciado una emigración masiva de actores y directores a la pequeña pantalla, Hanks piensa que "el cine dura dos horas, tiene una estructura de tres actos, mientras que en la televisión un episodio puede durar una hora y puede continuar hasta el siguiente episodio".
"Una película que intenta cubrir generaciones tiene que hacerlo de manera abreviada y una serie puede durar cinco años y eso implica al público. Además, hay unas restricciones económicas, pues las películas necesitan recuperar la inversión muy rápido, mientras que una serie puede ser eterna, se puede retomar al cabo de siete años de su estreno", agregó el actor.
Hanks se refirió a la polémica sobre el cine y plataformas como Netflix, que ve como "un modelo de negocio en sí mismo, que ha hecho muchas cosas muy bien, que son buenos haciendo series largas, pero que no ha sido capaz de producir una película de dos horas que sea igual que el cine".
Para Hanks, es bueno que las plataformas ofrezcan algo que se pueda ver en casa con un buen sistema de sonido, pero "Netflix no podrá igualar a ninguna gran sala, en la que se congregan un grupo de extraños alrededor de una pantalla enorme", donde la gente se olvida de que está ahí, porque está metido "en una experiencia".
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