Barcelona pasó más de un apuro en defensa ante el Liverpool y acabó perdiendo 4-0 en la Champions League. El sobrenombre de 'superequipo' le quedó demasiado grande.
Barcelona tuvo una ventaja de tres goles ante el Liverpool, pero no pudo liquidar. Jugó a la nada y en defensa pasó más de un dolor de cabeza. Por ende, el equipo de Ernesto Valverde acabó perdiendo por 4-0 y le dijo adiós a la Champions League.
El gol del 4-0 reflejó lo que fue el partido. En una jugada de viveza pura, el lateral Trent Alexander-Arnold lanzó un saque de esquina cuando la defensa azulgrana estaba despistada y Origi anotó el tanto de la remontada. Mientras tanto, los defensas del Barcelona solo miraban hacia el gramado resignados.
Así se le pintó el partido a Lionel Messi y compañía. Jugando a jugar a nada. Esperando mucho en campo rival, aguantando como podía la diferencia que logró en la ida y tratando de generar algo en ataque. Le pasó al que muchos llaman 'mejor equipo del mundo'. Y hoy no apareció.
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