La jugada clave de las semifinales de la Champions League fue el penal evidente que no cobró el árbitro a favor del Bayern Munich.
Lo había anticipado Jupp Heynckes. El arbitraje fue protagonista en el duelo de semifinales de la Champions League entre Real Madrid y Bayern Munich. Una mano de Marcelo en el área no fue advertida por tres árbitros en el partido desarrollado en el Santiago Bernabéu.
Casi al final del primer tiempo, Joshua Kimmich lanzó un centro y la mano estirada de Marcelo en el área fue tan clara, que los relatores del encuentro sin la necesidad de la repetición, advirtieron la aparición de la extremidad en la trayectoria de la pelota.
El árbitro del partido, el turco Cüneyt Çakir, no hizo caso a los reclamos y minutos después culminó el primer tiempo envuelto en la polémica por otro penal anterior a Robert Lewandowski que no fue sancionado.
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