Desde lo futbolístico, económico y mental el partido ante Estudiantes de Mérida es fundamental para lo que resta del 2020.
Este miércoles, Alianza Lima se juega mucho más que tres puntos en la Copa Libertadores. Quizás, el partido ante Estudiantes de Mérida, por cómo se han dado las cosas, sea el más importante del año. Puede enderezar el rumbo o llevar a tomar una decisión que trastoque las buenas señales que dejó ganarle el sábado a Carlos Stein por la Liga1.
Por increíble que suene, en cuatro fechas jugadas por Libertadores, el cuadro íntimo no ha podida sumar, sin embargo, todavía tiene chances reales de poder quedarse con el tercer lugar del Grupo F. Si el equipo de Mario Salas llega a ganar, igualaría en puntos a su rival. Si la ventaja es de dos o más goles, lograría una mayor diferencia y llegaría a la última fecha, tomando en cuenta que ambos van de visitantes, con la primera opción de clasificar.
Meterse a la Sudamericana, no sólo ayudaría desde lo económico, además, desde el plano deportivo le daría una espalda importante a Mario Salas, para con resultados favorables, seguir buscando plasmar su idea de juego. Con un triunfo, el chileno superaría estadísticamente, a nivel internacional, a técnicos como Miguel Ángel Russo o Pablo Bengoechea
Son ocho años sin una sonrisa en el torneo continental que han llevado a los íntimos a igualar a Deportivo Galicia como el equipo con más partidos consecutivos sin ganar en Libertadores (21), un récord que no es motivo de orgullo ni mucho menos y que no quieren extender para quedar en solitario.
Qué importante sería para Alianza Lima meter, por primera vez en el año, dos triunfos consecutivos; y si es con salida limpia, elaboración y asociaciones, como lo quiere Mario Salas, mejor aún. El cambio se tiene que dar hoy, para mañana es tarde.
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