Los principales medios catalanes informaron que Josep Maria Bartomeu y su Junta Directiva dieron un paso al costado.
Renunció. Josep Maria Bartomeu dimitió como presidente del FC Barcelona, según informan los principales medios de Cataluña. Pero no se va solo. Su Junta Directiva también dio un paso al costado. El club español queda en manos de una junta gestora que convocará elecciones antes de tres meses.
Bartomeu presentó su renuncia tras reunión extraordinaria que sostuvo con su junta directiva, después de que la Generalitat (gobierno autonómico catalán) no opusiera ninguna traba para llevar a cabo el voto de la moción de censura en su contra. Esto generó una crisis.
"Comparezco para comunicar mi dimisión y la del resto de la junta directiva", afirmó el presidente en una comparecencia, en la que añadió que "es una decision meditada, serena, consultada y acordada por todos los compañeros".
Bartomeu, llegado al cargo en 2010 y reelegido en 2015, afirma haber tomado la decisión al no poder llevar a cabo el voto de censura en las condiciones que la junta considera adecuada.
Bartomeu y su junta afirmaban necesitar al menos 15 días para organizar el voto de censura con las medidas de seguridad sanitarias necesarias, por lo que querían llevarlo a cabo el 15-16 de noviembre, en lugar del 1-2 de noviembre, como marcan los estatutos de la entidad.
El detonante
José Maria Bartomeu fue muy criticado por la gestión del amago de salida de Lionel Messi.
La Pulga se quedó finalmente en el Barça, para evitar un litigio judicial con el club, y no ha empezado la temporada en su mejor forma.
"No puede ser tan evidente que las dos partes estén tan distanciadas", afirmaba el central Gerard Piqué, afirmando que "Leo se había ganado sobradamente tomar una decisión y si él consideraba que debía irse… yo como presidente (del club) hubiese actuado diferente".
"Leo se lo merece todo. El estadio nuevo debe llevar su nombre y luego el del patrocinador. Debemos preservar nuestras figuras, no desprestigiarlas. Me pone de los nervios", abundó Piqué.
A pesar de estas aguas revueltas, el Barcelona ha intentado iniciar su reconstrucción en septiembre con la llegada de Ronald Koeman al banquillo.
La derrota en el clásico y el difícil inicio de temporada de Messi y algunos pesos pesados esconden en parte el buen trabajo emprendido por el técnico holandés para impulsar a los jóvenes (Ansu Fati, Pedri, Trincao) en perjuicio de algunas estrellas (Griezmann, Dembélé...).
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