Tras un empate a cero en los 90 minutos, Boca Juniors venció por penales 6-5 a Rosario Central en la final de la Supercopa Argentina.
Boca Juniors quebró el maleficio y se adjudicó este jueves la Supercopa Argentina tras tres finales fallidas al vencer por penales 6-5 a Rosario Central luego de igualar sin goles en el tiempo reglamentario.
Luego de perder las ediciones 2012, 2015 y 2017, el conjunto xeneize se impuso en un encuentro disputado en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
Este torneo que Boca no tenía en sus vitrinas marca el desahogo de su plantilla luego de la conquista de la Superliga 2017/18, pero luego de las dos finales perdidas ante el clásico rival, River Plate, tanto en la Supercopa anterior como en la Copa Libertadores.
Para Boca significa el 68º título en su palmarés y la posibilidad de festejar la conquista de una Supercopa a la que había llegado como campeón de la última Superliga ante un Rosario Central que había conquistado la Copa Argentina.
Tras esta edición, el historial de la Supercopa registra una conquista para River (2017), Lanús (2016), San Lorenzo (2015), Huracán (2014), Vélez Sarsfield (2013), Arsenal (2012) y ahora Boca Juniors.
Asimismo este título marca el primero en la era de Gustavo Alfaro como entrenador 'xeneize' luego de su desembarco este año en el club tras el alejamiento de Guillermo Barros Schelotto.
Para Central esta caída profundiza una crisis que lo dejó relegado a los últimos puestos en la Superliga y eliminado tanto a nivel internacional de las Copas Libertadores y Sudamericana como de la Copa de la Superliga en Argentina. EFE
Con espíritu de revancha, Boca Juniors enfrenta el jueves a Rosario Central, en un partido a todo o nada en Mendoza (oeste) por la Supercopa Argentina, trofeo que le ha sido esquivo al sufrir tres derrotas en finales anteriores.
Ahora los 'xeneizes' surgen como favoritos. Pero llegan con sed de desquite tras haber mordido el polvo primero frente a Arsenal de Sarandí en desempate a penales en 2012.
Después les tocó ser goleado por San Lorenzo 4-0 en 2015. La derrota más dolorosa fue la que le propinó el clásico archirrival River Plate 2-0 el año pasado.
La Supercopa Argentina fue creada a partir de la temporada 2012. Se disputa entre los ganadores del campeonato de primera división, en este caso con Boca como campeón de la Superliga 2017/18, y el vencedor de la última Copa Argentina, tal como sucedió con Rosario Central, campeón a finales del año pasado.
La conquista de la Supercopa Argentina le permitiría a los boquenses empezar a dejar atrás la frustración mayor que significó la derrota en la final de la Copa Libertadores en diciembre pasado frente a River en Madrid (3-1), aún cuando la valoración del trofeo local esté bastante por debajo del continental.
Para el entrenador Gustavo Alfaro también se trata de su primer gran examen en una final al frente de Boca desde que tomó el timón del equipo en enero pasado, en un duelo en el que sus dirigidos asoman como candidatos para la victoria.
Sucede que, del otro lado, Rosario Central llega en un nivel notoriamente por debajo de aquella formación que se alzó con la Copa Argentina al mando de Edgardo Bauza hace menos de seis meses, ya que entró en caída libre desde entonces, en un declive que arrastró al ‘Patón’, y también al siguiente director técnico, Paulo Ferrari.
Sufrimiento 'canalla'
Los 'canallas' de Central vienen de sufrir una prematura eliminación en la Copa de la Superliga local y también quedaron afuera de la Copa Libertadores con una campaña muy mala, a tal punto que llegarán a la última fecha sin tener la posibilidad de luchar por la clasificación al tercer puesto en el grupo, y obtener al menos una plaza en la Copa Sudamericana.
Para Central, ahora conducido por Diego Cocca, la Supercopa Argentina será una oportunidad para asomar la cabeza en una muy floja temporada.
Con la misión de tratar de frenar el ataque rival, el DT Cocca podría disponer un fortín defensivo en Central con cinco zagueros, mientras que Boca alineará a todos sus titulares, con la duda del uruguayo Nahitan Nandez por un fuerte golpe que sufrió el fin de semana pasado en el triunfo sobre Godoy Cruz (2-1) por la Copa de la Superliga.
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