El extremo francés no disputa un partido oficial desde noviembre de 2019, cuando jugó 26 minutos frente a Borussia Dortmund por la Champions League.
Oumane Dembelé llegó al Barcelona en agosto de 2017 tras un acuerdo de club a club con el Borussia Dortmund, donde el monto para el traspaso fue de 145 millones, una de las más altas compras que se ha hecho en Catalunya. El despegue del extremo no ha sido el mejor, ya que su etapa en el Barza ha estado más vinculada a las lesiones que a su desempeño en el plantel. Debido a ello, en Francia, su país, se han planteado encontrar los motivos a sus constantes lesiones, dando con un inesperado responsable.
Según un informe elaborado por el diario L’Equipe, el mismo Barcelona es el factor clave para la situación repetitiva que atraviesa el delantero.
“El perfil fisiológico de Dembelé, combinado con la manera de entrenar en el Barcelona, es uno de los factores claves. Explosivo y rápido, exige a su musculación como un sprinter. Mientras los entrenamientos en el Barcelona no le preparan para estos esfuerzos ni en la prevención de las eventuales lesiones”, menciona el citado diario.
“Reclamaron al club catalán los datos del GPS del jugador. El resultado es que un 90% de las carreras que hace son al sprint mientras que en un entrenamiento son al 20%. No hay concordancia entre la exigencia en los partidos y los entrenamientos. Además, también hay que tener en cuenta los parámetros atléticos de los jugadores. Hay culturas de club que no corresponden a las necesidades de los jugadores”, se agrega.
L'Equipe adiciona que no solo Dembelé ha sentido la diferencia entre el ritmo de entrenamiento y la exigencia a nivel competitivo del equipo, sino también ha sucedido con Frenkie De Jong.
“Según fuentes del club, Frenkie De Jong ha tomado un entrenador personal algunas semanas después de su llegada cuando se dio cuenta de que la carga de trabajo en los entrenamientos no correspondía a su experiencia en el Ajax”, detallan.
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