Ruth Kiroyi, de República del Congo, se ganó la roja por una fuerte patada a una futbolista marroquí. Tras ser increpada por la infracción, perdió los papeles y golpeó en el rostro a otra jugadora rival.
Un insólito hecho se vivió durante el encuentro amistoso entre las selecciones femeninas de Marruecos y República del Congo, disputado en Berkán. La futbolista congoleña Ruth Kiroyi propinó un certero puñetazo a una jugadora marroquí, luego de ser expulsada por una fuerte falta en contra de una rival.
Se jugaba el minuto 14 del segundo tiempo en el partido entre ambas selecciones, con el resultado 2-0 a favor de las 'Leonas del Atlas'. La futbolista Najat Badri conducía el balón desde la media cancha, cuando fue detenida por una violenta patada de Kiroyi. La árbitra no dudó en sacarle la tarjeta roja, pese al evidente desacuerdo y sorpresa de la jugadora congoleña.
Tras la decisión, Zineb Redouani fue a increpar a Kiroyi por la terrible entrada, pero fue separada por una compañera. Es en ese momento que otra futbolista del equipo local, Yasmin Mrabet, va hacia Kiroyi y le da un leve empujón, provocando que la '17' congoleña pierda los papeles y le aplique un violento puñetazo, mandándola al suelo.
La reacción ocasionó que las demás futbolistas marroquíes se acerquen a Kiroyi para increparle por su insólita reacción, mientras Mrabet, quien había logrado reincorporarse, era detenida por sus compañeras para evitar que la situación pase a mayores.
Finalmente, la réferi controló la situación y el encuentro prosiguió, culminando 3-2 a favor de las marroquíes, dirigidas por el español Jorge Vilda.
Yasmin Mrabet tomará medidas legales
Ocurrido el hecho, la futbolista marroquí agredida publicó un comunicado en el que anunció que tomará "las medidas correspondientes" en contra de Kiroyi. Asimismo, pidió que el incidente no opaque el crecimiento del fútbol femenino en África en los últimos años.
"Esta actitud violenta no debe ser aceptada. Durante la competencia, los desacuerdos pueden suceder, las tensiones pueden aumentar, pero hay líneas que nunca deben cruzarse. En adelante, futbolistas, oficiales y los envueltos en el fútbol femenino deben ser responsables por el desarrollo del juego y el bienestar de las jugadoras", manifestó.
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