Encabezados por el técnico, Roberto Mancini, la plantilla de Italia respetó un minuto de silencio y dejó una corona de flores en la zona del desplome.
La selección de fútbol italiana, que se encuentra en Génova para disputar un amistoso contra Ucrania, homenajeó a las víctimas del derrumbe del puente Morandi, que provocó 43 muertos el pasado 14 de agosto.
Encabezados por el técnico, Roberto Mancini, la plantilla de Italia respetó un minuto de silencio y dejó una corona de flores en la zona del desplome, según informó la Federación de Fútbol italiana (FIGC) en un comunicado oficial.
La visita estuvo marcada por la conmoción y fue particularmente impactante para Mancini, que vivió 15 años en Génova durante su larga etapa en el Sampdoria, y para Domenico Criscito (Génova) y Gianluca Caprari (Sampdoria), que residen en la actualidad en la capital de la región liguria.
La selección italiana se desplazó a continuación al estadio Marassi de Génova, sede del amistoso contra Ucrania, donde tuvo un encuentro con más de cien personas que estuvieron involucradas en la tragedia del puente Morandi y que perdieron sus casas a causa del desplome.
Entre ellos también estuvieron nueve niños que se quedaron huérfanos el 14 de agosto, a los que la FIGC otorgó unas becas para estudiar en los próximos tres años.
Los homenajes seguirán el miércoles en el partido ante Ucrania, en el que los jugadores saltarán al campo con una camiseta estampada con la escrita "Génova en el corazón" y en el que el juego se interrumpirá en el minuto 43, como el número de los fallecidos en la tragedia, para que jugadores y aficionados se unan en un aplauso.
Dichas iniciativas se suman a una larga serie de medidas simbólicas tomadas por la FIGC, que el fin de semana sucesivo al derrumbe del puente decidió aplazar los partidos de los dos equipos genoveses, el Génova y el Sampdoria, por luto. (EFE)
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