Lucas Vázquez también fue sancionado con dos fechas, mientras que la tarjeta roja a Jude Bellingham fue quitada.
Malas noticias para Real Madrid. El Comité de Disciplina decidió sancionar con seis partidos a Antonio Rüdiger y dos a Lucas Vázquez por los hechos ocurridos en la final de la Copa del Rey.
De acuerdo con la resolución, el futbolista alemán fue suspendido por "producirse con violencia leve hacia los árbitros", mientras que el español por "por protestas".
Así, Rüdiger cumplirá la totalidad de su castigo mientras se recupera de la operación a los meniscos a la que se sometió, la cual tendrá un tiempo de recuperación de mes y medo. Por ello, no afectará en nada la planificación de Real Madrid con respecto al jugador.
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Tarjeta roja para Bellinhgam fue anulada
En tanto, el video presentado por Real Madrid para recurrir la expulsión de Jude Bellingham, una vez acabado el partido, prosperó y dejó sin sanción al futbolista inglés, al que se le retira la tarjeta roja.
De Burgos Bengoetxea reflejó en el acta que el futbolista del Real Madrid "una vez finalizado el partido, se dirigió hacia nuestra posición en actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por sus compañeros".
Lo que el Real Madrid contrarrestó con una prueba videográfica que "evidencia que está a más de quince metros del colectivo arbitral", una distancia por la que "es imposible concluir que el jugador se dirigiera hacia la posición en la que los árbitros se encontraban en actitud agresiva", añadiendo incluso que "ni siquiera se llega a dirigir a ellos".
El juez deja "sin efectos disciplinarios la amonestación", siguiendo el artículo 27.3 del código disciplinario de la RFEF.
"Detenidamente analizada la prueba videográfica, se observa que, en efecto, a la conclusión del encuentro el jugador con dorsal número 5 del Real Madrid avanza andando por el campo saludando a su paso a un jugador del Barcelona y sin realizar gesto alguno más allá del movimiento natural de quien camina", explica.
"Se observa que va en dirección a los árbitros pero más que ser sujetado por sus compañeros parece que estos lo que hacen es disuadirlo de la idea de acercarse al árbitro, que queda a más de cinco metros en el momento de mayor proximidad que es cuando le muestra la tarjeta", concluye resaltando que no hay una actitud agresiva de Bellingham.
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