"La motivación de venir la tuvo el proyecto y las perspectivas de un club que tiene voluntad de crecer", aseguró el exjugador del Barcelona, que firmó con la entidad francesa para los próximos tres años y medio.
El brasileño Maxwell fue presentado este jueves como nuevo jugador del París Saint-Germain, un club que alabó por su "ambición de ganar títulos y de crecer".
"La motivación de venir la tuvo el proyecto y las perspectivas de un club que tiene voluntad de crecer", aseguró el exjugador del Barcelona, que firmó con la entidad francesa para los próximos tres años y medio.
Maxwell, de 30 años, que ha pasado dos temporadas y media en el club español, donde llegó procedente del Inter de Milán, afirmó que deja en Barcelona "muchos amigos" y un gran aprendizaje.
"Ha sido un periodo en el que he aprendido un montón de cosas, una lección de fútbol", señaló el brasileño.
Pese a que reconoció que "el nivel actual del Barcelona es muy alto", Maxwell no se consideró el embajador de esa filosofía de juego en su nuevo destino.
"Voy a tratar de adaptarme a lo que me pida el entrenador (Carlo Ancelotti), que ha demostrado que sabe cómo ganar muchos títulos", dijo.
"Lo que más espero aquí es ganar, vencer, aprender más cosas, intentar aportar algo positivo al grupo y que el trabajo sea recompensado con títulos", agregó.
Antes de firmar por el PSG, Maxwell habló del club con su compañero en el Barcelona Eric Abidal y afirmó que también conoce a su compatriota Nené, con quien coincidió en la selección sub"23.
El brasileño llega a Francia con la vitola de ser un lateral de corte ofensivo, un tipo de jugador que gusta mucho a Ancelotti.
La llegada de Maxwell al PSG, según la prensa francesa, ha costado al club galo controlado por capital catarí unos 4 millones de euros.
Los medios franceses aseguran que el club parisino se interesa también por otros tres brasileños, el madridista Kaká, por el que está dispuesto a pagar 40 millones de euros, el milanista Pato y el interista Maicon, otro lateral que, como Maxwell, aporta proyección ofensiva.
EFE
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