Romao prestó su testimonio el mismo día en que el juicio contra Bruno fue aplazado hasta marzo del próximo año debido a que el futbolista pidió un cambio de abogado y a que el nuevo defensor alegó desconocer el caso y necesitar de un plazo para prepararse.
El portero brasileño Bruno Fernandes, excapitán del club Flamengo y preso hace dos años acusado del secuestro y el asesinato de una modelo con la que tuvo un hijo, fue incriminado hoy en el juicio por otro de los acusados, que era considerado hasta ahora como su mejor amigo.
El testimonio que incrimina al futbolista fue realizado por Luiz Henrique Romao, conocido como "Macarrao" y otro de los acusados del homicidio calificado, el secuestro, el encarcelamiento privado y la ocultación del cadáver de la modelo Eliza Samudio, desaparecida desde 2010 cuando tenía 25 años.
Las acusaciones contra el futbolista fueron hechas ante los jurados del juicio que comenzó el lunes en un interrogatorio al que Macarrao fue sometido entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves.
Romao, al que se consideraba un amigo incondicional de Bruno y que hasta ahora había negado todas las acusaciones contra el portero, admitió que, a mando del futbolista, condujo a la modelo hasta un local en donde la entregó a una persona que la esperaba en otro vehículo y que desde entonces nunca más se supo de ella.
En un testimonio inesperado y que sorprendió a la fiscalía, Macarrao dijo que no sabía lo que ocurriría con la joven pero que presentía que sería asesinada.
"Percibí que el clima estaba extraño. Presentía que ella sería muerta. Le dije a Bruno que la dejara en paz pero él dijo que lo tenía todo bajo control", afirmó el examigo en el interrogatorio.
"Nuestra amistad terminó aquí. Tengo miedo de Bruno", agregó Macarrao, quien dijo haber decidido contar lo ocurrido para mostrar que no es el "monstruo" que la prensa describe y ante el convencimiento de que toda la culpa podría recaer en él.
EFE
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